Todos tenemos en nuestra vida a esa persona que, sin importar las circunstancias, siempre llega tarde. Puede ser un amigo, un familiar o un compañero de trabajo. ¿Te has preguntado alguna vez por qué suceden estos retrasos constantes?

Según un interesante estudio de la Universidad de Harvard, ser impuntual no es solo una cuestión de falta de consideración; también puede tener implicaciones más significativas sobre la personalidad y la salud de una persona.

El estudio, que se publicó en Harvard Health Publishing, sugiere que aquellos que llegan tarde con frecuencia podrían disfrutar de una vida más larga y satisfactoria. Pero, ¿cómo es esto posible?

Los investigadores han observado que las personas impuntuales tienden a ser más optimistas en comparación con sus contrapartes puntuales. Este optimismo no solo les permite manejar mejor el estrés y la ansiedad, sino que, además, puede traducirse en una serie de beneficios para la salud. La conexión entre el optimismo y una vida más larga y saludable ha sido respaldada por otros estudios que muestran que una mentalidad positiva puede reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejorar la calidad de vida.

No solo eso, la impuntualidad podría estar relacionada con una mayor creatividad y una capacidad de adaptación mejorada. Las personas que no se apegan estrictamente a los horarios pueden ver el mundo de manera diferente, buscando y aprovechando oportunidades en situaciones inesperadas.

Así que, la próxima vez que esperes a alguien que siempre llega tarde, recuerda que esa impuntualidad podría ser un indicador de un carácter más optimista y, tal vez, de un enfoque más relajado ante la vida. ¿Es ser impuntual realmente tan malo? Quizás no, especialmente si se trata de alguien que también sabe disfrutar del momento y encontrar la alegría en las pequeñas cosas.