En un impactante giro de los acontecimientos, la fiscalía chilena ha solicitado la detención de Daniel Fuentes Yáñez (61), conocido como el 'brazo derecho' de M.A.O.B., un teólogo implicado en una de las redes de pedofilia más sombrías descubiertas en el país. Este desarrollo surge tras las revelaciones de BBCL Investiga, lo que ha generado un gran conmoción en la comunidad.

M.A.O.B. ha estado vinculado a abusos sexuales sistemáticos contra una menor durante más de diez años, con la participación de numerosos cómplices. A pesar de la magnitud de los crímenes, la fiscalía inicialmente excluyó a Yáñez del caso que llevó a la condena de M.A.O.B. a cadena perpetua por violaciones y por la producción y almacenamiento de material pornográfico infantil.

La víctima ha calificado a Daniel como el “peor de todos”, afirmando que él, junto a otros condenados, no solo fue partícipe en los abusos, sino que también reclutó a otros para llevar a cabo estos actos horrendos en dos de sus domicilios.

La situación cambió dramáticamente cuando la fiscalía decidió investigar con mayor profundidad el papel de Yáñez. Equipado con la nueva dirección del fiscal jefe de Chillán, Sergio Pérez Nova, se revisaron los documentos del caso y se requirió la detención de Yáñez. Este cambio de liderazgo legal ha sido considerado crucial, ya que su antecesor, Richard Blanco Urra, había fallado en realizar pruebas importantes y en explorar adecuadamente los vínculos de Yáñez.

La captura de Daniel se llevó a cabo el pasado sábado, y su control de detención fue realizado el domingo, ese día el tribunal aceptó la solicitud de ampliar su aprehensión, mientras se esperan más adelantos por parte de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales (Brisexme) de la PDI. La formalización de los cargos está programada para este martes a las 10:00 horas.

Durante una entrevista antes de su arresto, Yáñez sostuvo su inocencia afirmando: “Yo no participe en nada de eso”, aunque esta afirmación se contradice con los testimonios de la víctima y otros participantes. El caso sigue generando un debate intenso en Liberia sobre la falta de atención a las señales de advertencia y la necesidad urgente de un enfoque más rigurosos para abordar los delitos sexuales en todas sus formas.

A medida que esta historia continúa desarrollándose, las autoridades siguen tras la pista de otros involucrados en esta red, creando un clima de tensión y expectación en toda la región. ¿Qué otros secretos oscuros se revelarán en esta monstruosa trama? La sociedad espera respuestas.