En conmemoración del Día Internacional de la Felicidad, el médico Ramiro Salcedo, especialista en gerencia de Salud Ocupacional en Smart Fit, comparte información valiosa sobre cómo la actividad física impacta positivamente nuestra vida emocional.

Salcedo expone que la felicidad va más allá de un simple estado de ánimo pasajero. Se trata de un resultado derivado de adoptar hábitos saludables que influyen en nuestro bienestar general. Entre esos hábitos se encuentra la práctica regular de ejercicio, que, según afirma, «reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, mientras que fortalece la autoestima y la confianza». También fomenta la socialización, contribuyendo a un sentido de pertenencia y ayudando a disminuir el aislamiento social.

La conexión entre el ejercicio y el bienestar emocional está respaldada por numerosos estudios. Investigaciones realizadas por universidades de renombre, como Yale y Oxford, han analizado a 1.2 millones de personas y revelaron que los individuos físicamente activos reportan niveles de felicidad notablemente más altos en comparación con aquellos que llevan una vida sedentaria. De hecho, el estudio mostró que quienes se ejercitaron durante un mes experimentaron una reducción del 44% en los sentimientos negativos en comparación con quienes no lo hicieron.

Este fenómeno se debe, en parte, a la liberación de neurotransmisores como las endorfinas y la serotonina, que inducen sensaciones de placer y bienestar; así como la dopamina y la noradrenalina, que son esenciales para la regulación de nuestro humor, motivación y concentración.

Entre los beneficios del ejercicio para el estado de ánimo, Salcedo destaca la disminución de los niveles de cortisol, la conocida hormona del estrés, y la mejora en la calidad del sueño. A medida que las personas alcanzan metas físicas, su confianza en sí mismas crece, y los deportes en equipo ayudan a crear conexiones sociales significativas. Todos estos elementos se combinan para promover un estado mental más positivo y una mayor sensación de felicidad.

Respecto al tipo de ejercicio que resulta más efectivo, el experto señala que no existe una única actividad adecuada para todos: “Todo depende de los gustos y necesidades de cada persona. Las actividades aeróbicas, como correr o nadar, son excepcionales para liberar endorfinas. El yoga y la meditación en movimiento son ideales para reducir el estrés, mientras que los deportes de equipo fomentan la socialización y el compromiso”. La clave es encontrar una actividad que resulte placentera y sustentable a largo plazo.

Para aquellos que busquen iniciar un camino hacia una vida más activa, Salcedo sugiere comenzar con metas pequeñas y realizables, combinar el ejercicio con una alimentación equilibrada y un descanso adecuado, y compartir la experiencia con otros para mantener alta la motivación. «La clave es la constancia y disfrutar el proceso», afirma. También enfatiza la necesidad de escuchar al cuerpo y evitar excesos, especialmente al adoptar este nuevo hábito.

En el Día Internacional de la Felicidad, Smart Fit hace un llamado a todos para que incorporen el deporte en su rutina diaria como una herramienta fundamental para alcanzar un equilibrio emocional óptimo. Tal como apunta Salcedo, “el ejercicio no solo transforma el cuerpo, sino también la mente y el espíritu. Celebrar la felicidad a través del movimiento es una forma efectiva de mejorar nuestra calidad de vida y construir una sociedad más saludable y conectada. ¡Sé feliz!”

Es importante recordar que la actividad física también tiene un efecto acumulativo y puede ayudar a prevenir enfermedades físicas y mentales. Así que, ¿qué estás esperando? ¡Incorporar el ejercicio en tu vida diaria podría ser el primer paso hacia una felicidad duradera!