El Abierto de Australia se acerca

El Abierto de Australia, el primer Grand Slam del año, está a punto de iniciar su nueva edición en 2025, prometiendo un espectáculo lleno de intensidad con los mejores tenistas del mundo compitiendo por el título.

Recuerdos de una experiencia traumática

En una reveladora entrevista con GQ, Novak Djokovic, la leyenda serbia del tenis, recordó su difícil experiencia en Australia durante enero de 2022. Fue un año tumultuoso que culminó en su deportación, un episodio que sacudió al mundo del deporte. Según Djokovic, su llegada a Australia se convirtió en una pesadilla que incluyó detenciones y un confinamiento forzado en un hotel para inmigrantes.

Un regalo envenenado

El tenista describió cómo, mientras estaba recluido, se le presentó una lista de artículos que podía solicitar, donde cada uno tenía un valor en puntos. “Podía seleccionar hasta un total de 60 puntos, y tras hacer mi elección, me informaron que había un error y solo podía recibir 30 puntos,” relató Djokovic, quien no podía creer la situación en la que se encontraba.

Limitaciones y vigilancia

Tras ganar su primer juicio, el ambiente no mejoró significativamente. “Estaba en una casa alquilada bajo vigilancia constante, incluso un helicóptero sobrevolaba mientras entrenaba en la Rod Laver Arena,” explicó. Su acceso a las instalaciones del torneo era extremadamente limitado, lo que lo hizo sentirse como un fugitivo en su propia carrera.

El conflicto de vacunas

El conflicto surgido por su decisión de no vacunarse contra el COVID-19 no hizo más que intensificar la controversia. Djokovic se sintió atacado, pues la percepción pública lo había clasificado como el 'villano número uno del mundo'. “La mayoría de la gente aún desconoce las verdaderas razones de mi deportación. Pensaron que intenté forzar mi entrada al país por no estar vacunado, cosa que es completamente falsa,” aseguró.

Defensa de la libertad personal

Pese a todo, Djokovic defendió su derecho a la elección personal. “No soy ni pro ni contra las vacunas; soy pro-libertad de elección sobre mi propio cuerpo,” subrayó.

Consecuencias en la salud

Aparte de las secuelas emocionales, el tenista relató que al regresar a Serbia, se realizaron pruebas de salud que revelaron niveles elevados de metales pesados en su organismo. 'Descubrí que la comida que me dieron en el hotel estaba contaminada. Tenía altos niveles de plomo y mercurio', afirmó. Este hallazgo lo llevó a someterse a más pruebas, en un intento por entender los problemas de salud que había estado enfrentando.

Reflexión final

Al finalizar, Djokovic reflexionó que, aunque este capítulo fue duro, ha aprendido a seguir adelante. “Para mí, esto es agua pasada. Mi familia sigue siendo impactada por lo que viví, pero yo estoy bien. Nunca guardé rencor hacia los australianos; muchos se acercaron para disculparse, avergonzados por el tratamiento que recibí,” concluyó.

Implicaciones y futuro

Esta historia no solo revela un nuevo bache en la carrera de Djokovic, sino que también plantea preguntas sobre el tratamiento de atletas en situaciones similares y las implicaciones de las decisiones públicas en el ámbito deportivo. ¿Cómo seguirá la historia de Djokovic en Australia? La respuesta, al igual que en el tenis, estará determinada por su próxima jugada.