El Perú se encuentra de luto tras la pérdida de una de sus figuras más admiradas en el campo de la medicina: el Dr. Fernando Carbone. Reconocido médico, exviceministro de Salud y miembro del Consejo Consultivo Internacional de la carrera de Medicina Humana de la Universidad San Ignacio de Loyola, su fallecimiento ha dejado un profundo vacío no solo en sus colegas, sino también entre sus numerosos alumnos y pacientes, quienes recibieron su atención y enseñanza con un carácter humano excepcional.

Días antes de su partida, el Dr. Carbone se reunió con miembros del Consejo Consultivo, dejando reflexiones que ahora resuenan con especial fuerza en el ámbito de la salud pública. Su firme creencia en la Atención Primaria de Salud como la base fundamental para construir un sistema sanitario sólido y ético es un legado que perdurará.

Durante la última reunión, que tuve el honor de presidir, el Dr. Carbone reiteró su compromiso inquebrantable con la Atención Primaria: “Si formamos buenos estudiantes y los llevamos a prácticas en Atención Primaria, el resultado será un tronco con valores, ética y compromiso, capaz de dar frutos en gobernanza y rectoría”, nos afirmó con pasión.

Su visión de un sistema de salud centrado en el paciente fue clave en su labor como viceministro y educador. Para él, la relación médico-paciente es tan esencial como cualquier diagnóstico o tratamiento, enfatizando que “el buen trato a los pacientes es la mitad de la curación”. Este enfoque humanístico fue lo que guió su carrera y dejó una huella imborrable en todos quienes tuvieron la fortuna de conocerlo.

El Dr. Carbone también expresaba su preocupación por el estado de la educación médica en el país. A pesar de que Perú cuenta con 56 facultades de medicina, lamentaba que solo unas pocas están realmente dedicadas a una formación integral que priorice la Atención Primaria y que fomente políticas públicas orientadas al bienestar colectivo.

La importancia que él otorgaba a la Atención Primaria ha sido respaldada en diversos foros internacionales desde la famosa Declaración de Alma-Ata de 1978 hasta las iniciativas más recientes de la OMS en 2023, consolidando un enfoque global y centrado en el paciente.

El Dr. Carbone siempre recordaba que los hospitales, aunque esenciales, solo solucionan el 12.7% de las enfermedades. “El resto lo resuelve la Atención Primaria de Salud”, afirmaba con convicción. Para él, los centros de salud were más que lugares de atención médica; eran aulas donde los futuros médicos aprenden empatía, ética y servicio.

A lo largo de su lucha contra la enfermedad, continuó impulsando la incorporación de un enfoque centrado en las necesidades de quienes más requieren atención. Como un ferviente defensor de la ética médica, instó a los educadores a cultivar en las próximas generaciones un compromiso que trascienda la mera técnica.

Su pasión por la medicina y el humanismo perdura y se refleja en un legado que inspira a todos: Atención Primaria de Salud, humanismo y un trato digno hacia los pacientes. Quienes tuvimos la fortuna de escucharlo en su última intervención sentimos la imperiosa necesidad de honrar su memoria, continuando su misión tanto en el ámbito profesional como en nuestra calidad de seres humanos. Su legado vivirá eternamente en cada acto de compasión que realicemos en nuestra labor diaria.