Un nuevo escándalo sacude la farándula chilena

En una semana llena de controversias, la periodista Marilyn Pérez se vio en el ojo del huracán tras descubrir el nuevo hogar de Jorge Valdivia, quien recientemente abandonó el departamento de Daniela Aránguiz para cumplir con su arresto domiciliario nocturno.

Durante un segmento del popular programa "Only Fama", se reveló que la camioneta de Valdivia estaba aparcada en el edificio donde reside actualmente. Varios vecinos incluso informaron que habían visto a Maite Orsini, la nueva pareja del futbolista, merodeando por los pasillos.

El arribo de Carabineros en medio de la tensión

En medio de la cobertura, Carabineros llegó al lugar para verificar que Valdivia estaba cumpliendo las condiciones de su arresto. Esta intervención policial desató la indignación de Daniela Aránguiz, quien no dudó en expresar su malestar frente a la cámara.

Las fuertes declaraciones de Daniela Aránguiz

"Voy a ser muy clara, creo que esto es innecesario, ya que todos sabemos que Carabineros tiene la obligación de verificar el arresto nocturno. Siento que mostrar a Carabineros entrando a su casa es muy morboso y una violación a su privacidad", declaró Aránguiz con visible frustración.

Aránguiz continuó: "Quiero dejar en claro que no apoyo esto y que no tengo nada que ver con este espectáculo. Jorge es el padre de mis hijos y me duele ver cómo se expone su vida privada de esta manera".

La respuesta de Marilyn Pérez a la acusación

Marilyn Pérez no tardó en defenderse, argumentando que su trabajo era investigar y cumplir con las solicitudes que le hacían. "El lunes tú misma sugeriste que siguiéramos la pista de Jorge. Hemos estado haciendo nuestro trabajo toda la semana", contestó Pérez, poniendo en evidencia el doble estándar en las declaraciones de Aránguiz.

Un conflicto que sigue generando polémicas

La situación continúa polarizando opiniones entre los seguidores del programa y la audiencia en general. La controversia evidencia cómo la vida privada de los famosos puede convertirse en un espectáculo mediático, y deja una pregunta en el aire: ¿Hasta dónde debería llegar la prensa al cubrir historias de figuras públicas?