Después de un sorprendente crecimiento del 4,2% en julio, la economía chilena ha mostrado una notable desaceleración. Este martes, el Banco Central informó que el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec) registró un aumento del 2,3% en agosto de 2023, en comparación con el mismo mes del año anterior.

Esta cifra se posiciona en la parte baja de lo que los analistas esperaban, que oscilaron entre un incremento del 2,2% y un impresionante 4%. Sin embargo, el dato es considerablemente superior al pequeño aumento del 0,2% registrado en junio. A su vez, desde la perspectiva desestacionalizada, el Imacec experimentó una caída del 0,2% en comparación con julio, aunque registró un crecimiento del 2,8% en términos interanuales. Es importante notar que agosto tuvo un día hábil menos que en el mismo mes de 2022.

Los sectores que impulsaron el resultado del Imacec fueron los servicios y la minería. No obstante, la disminución del indicador desestacionalizado se vio afectada negativamente por el rendimiento en el sector de servicios, así como en el resto de los bienes y la industria, aunque fue en parte compensada por el aumento en la minería.

El Imacec no minero mostró un crecimiento anual del 1,5%, pero cuando se ajustó estacionalmente, sufrió una caída del 0,5% respecto al mes anterior.

Al analizar la producción por tipo de actividad, la producción de bienes aumentó un 2,8% interanual, impulsada sobre todo por la minería del cobre. La industria, en particular la producción de alimentos, especialmente en el sector pesquero, también contribuyó positivamente. Sin embargo, el resto de los bienes exhibió una caída del 1,6%. En términos desestacionalizados, la producción de bienes creció un 0,2% en comparación con el mes anterior, gracias al notable aumento del 2,3% en la minería, aunque esto fue parcialmente contraído por caídas en el resto de los bienes e industria de 1,1% y 0,8%, respectivamente.

En el comercio, las cifras muestran un alza del 3% en términos anuales, destacando principalmente las ventas en el sector minorista y, en menor medida, en el mayorista. En el comercio minorista, las ventas de ropa y calzado, así como en supermercados y farmacias, fueron particularmente relevantes. Por otro lado, el comercio mayorista también registró un aumento en la venta de enseres domésticos y combustibles.

Las cifras desestacionalizadas reflejan un crecimiento del 0,7% en comparación con julio, impulsado principalmente por el comercio minorista.

Finalmente, el sector de servicios creció un 1,9% en términos anuales, siendo los servicios personales y el transporte los principales motores de este crecimiento. Sin embargo, en términos desestacionalizados, los servicios cayeron un 0,6% respecto del mes anterior, afectados especialmente por la disminución en servicios empresariales y de educación, estos últimos impactados por la suspensión de clases como consecuencia de eventos climáticos.

Con este panorama, la economía chilena enfrenta desafíos considerables en los próximos meses, y los analistas advierten sobre la necesidad de estrategias efectivas para revitalizar el crecimiento. ¿Podrá Chile recuperar su dinamismo económico antes de que sea demasiado tarde? ¡No te lo pierdas!