Estados Unidos (EE.UU.) ha decidido enviar un "pequeño número" adicional de tropas a Oriente Medio en respuesta a las crecientes tensiones en la región, derivadas de los bombardeos israelíes en Líbano.

El general de división Pat Ryder, portavoz del Pentágono, señaló que, en vista del aumento de la tensión y en aras de la prudencia, se ha tomado la decisión de aumentar la presencia militar estadounidense en la región. Aunque no se han especificado los detalles sobre el número de tropas, Ryder subrayó que esta acción busca reforzar las fuerzas que ya están desplegadas, que incluyen miles de soldados, buques de guerra, aviones de combate y sistemas de defensa antiaérea.

La advertencia de Ryder sobre la posibilidad de una escalada de violencia entre Israel y el grupo chiita libanés Hezbolá es alarmante, especialmente después de los recientes ataques que han desatado una ola de enfrentamientos.-

“Es evidente que existe la posibilidad de que estas operaciones de ajuste de cuentas se intensifiquen y se descontrolen, lo que podría resultar en un conflicto regional mucho más amplio. Por lo tanto, es crucial que gestionemos la situación a través de vías diplomáticas”, declaró Ryder.

Recientemente, la comunidad internacional ha instado a ambas partes a disminuir la tensión. La violencia se ha desplazado desde el frente sur de Israel, donde libra una guerra contra el grupo terrorista palestino Hamás, hacia la frontera norte con Líbano.

El ataque más significativo ocurrió el 7 de octubre, cuando miembros de Hamás llevaron a cabo un asalto que resultó en la muerte de 1.200 israelíes y el secuestro de cerca de 250 personas, desencadenando un conflicto que ha involucrado a Hezbolá, catalogado como terrorista por numerosos países, así como a otros grupos respaldados por Irán.

Hezbolá ha participado activamente en enfrentamientos con Israel, apoyando a Hamás, lo que generó un aumento en los intercambios de fuego de artillería en la región. Según fuentes locales, la semana pasada se registraron dos fuertes explosiones de beepers, que el grupo atribuye a Israel, lo que agravó aún más la situación.

Ayer se produjo el ataque más letal por parte de Israel contra Líbano en casi un año desde que comenzó el conflicto reciente, con un saldo trágico de 558 muertos, incluidos 50 niños y 94 mujeres, según el ministro de Salud Pública libanés, Firas Abiad. Esta cifra representa el mayor número de víctimas en un solo día desde la guerra de 34 días entre Israel y Hezbolá en 2006.

La Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) ha emitido una fuerte advertencia, declarando que los ataques israelíes, que han dejado miles de civiles afectados y han forzado desplazamientos masivos, pueden ser considerados como violaciones del derecho internacional y potenciales crímenes de guerra.

Asimismo, la misión de paz de la ONU expresó que cualquier nueva escalada en esta compleja situación podría tener "consecuencias devastadoras y de gran alcance", no solo para los habitantes de ambos lados de la Línea Azul (la frontera entre Líbano e Israel), sino para toda la región del Medio Oriente en su conjunto. La tensión aumenta, y el mundo observa de cerca cómo se desarrollan los acontecimientos.