El bienestar psicológico va más allá de simplemente no estar enfermo; implica alcanzar un estado de equilibrio y autorrealización, rodeado de relaciones sociales positivas. Así lo afirmó la doctora Tania Vives Varela, Jefa del Departamento de Investigación en Educación Médica de la UNAM, durante una reciente conferencia sobre el impacto de la pandemia en la salud mental de los estudiantes de Medicina.

En el marco de la vigésima tercera sesión de Conferencias sobre Ciencias Básicas, Vives Varela y el doctor Fernando Flores Hernández debatieron sobre el bienestar emocional, que es fundamental para estudiantes y docentes dentro del entorno educativo de la Facultad de Medicina.

Durante el evento, que se transmitió por YouTube y Facebook Live, se destacó que diversos factores, como la alimentación adecuada, el apoyo social y la gestión del estrés, afectan el bienestar psicológico. La doctora Vives Varela mencionó que el estrés, una reacción natural ante situaciones desafiantes, puede ser gestionado de manera positiva o volverse crónico, lo que podría derivar en problemas académicos como la falta de concentración.

El estrés se intensifica debido a la carga académica del programa de Medicina y a las altas expectativas familiares, pero existen estrategias para mitigarlo, como la organización del tiempo, el ejercicio y el mantenimiento de una vida social activa. Además, resaltó la importancia de un descanso adecuado y el desarrollo de la resiliencia para afrontar los desafíos.

Por su parte, el doctor Flores Hernández subrayó que las experiencias emocionales de los estudiantes son diversas y están influenciadas por el contexto que viven. Los estudiantes de las generaciones 2020, 2021 y 2022 enfrentaron desafíos únicos por la pandemia, que resultaron en un aumento en el aislamiento y problemas económicos y familiares.

Datos alarmantes revelan que cerca del 50% de los estudiantes muestra síntomas de depresión, y 21% reporta niveles moderados a severos de esta condición. En cuanto a la ansiedad, los números son aún más preocupantes, con un 89% de la comunidad estudiantil presentando algún grado de este trastorno. Esto es alarmante, especialmente para futuros médicos que deben atender a la población en la salud.

El estudio de más de 2,500 estudiantes, con una edad promedio de 24 años, mostró una mayor prevalencia de síntomas de ansiedad y depresión en mujeres, que constituyen la mayor parte de la matrícula del plantel. Factores adicionales, como la irregularidad escolar y el origen foráneo, también contribuyen a este panorama.

A pesar de la evidencia sobre el malestar emocional, el 75% de los estudiantes todavía muestra un buen bienestar psicológico, gracias a su capacidad de crecimiento personal y desarrollo de habilidades. Esta realidad refleja una población altamente competitiva que, aunque enfrenta dificultades, persiste en su búsqueda de excelencia en la formación médica. Sin embargo, mantener la motivación y el control emocional sigue siendo un desafío crítico que debe abordarse con seriedad.