¡El Big Bang! La Sorprendente Teoría que Reina en la Ciencia y que Cuestiona el Materialismo
2025-01-12
Autor: Camila
El término "Big Bang" fue acuñado de forma irónica por el escéptico físico inglés Fred Hoyle durante una emisión de la BBC en los años 40. Sin embargo, esta broma se convirtió en el nombre oficial de la teoría que revolucionó nuestra comprensión del cosmos, representando un punto de inflexión en la física moderna. Hoyle, contrario a la idea de un universo en expansión defendía una visión del "estado estacionario", donde el universo era eterno e inmutable.
Georges Lemaître, un sacerdote jesuita belga y un pionero en la cosmología, presentó su artículo en 1931 titulado "El inicio del mundo desde la perspectiva de la teoría cuántica" en la revista Nature. Afirmó que el universo estaba en expansión, sugiriendo que en sus orígenes, hace alrededor de 13.8 mil millones de años, existía un "átomo primigenio" que estalló y comenzó la expansión del cosmos tal como lo conocemos hoy.
La teoría de la relatividad de Albert Einstein fue fundamental para el desarrollo de las ideas de Lemaître, aunque el autor original mostró escepticismo por razones que él mismo describió como "demasiado bíblicas". Pero todo cambió en 1933 cuando Einstein y Lemaître compartieron escenario en California, donde Einstein finalmente apoyó la teoría, describiéndola como "la explicación más bella y satisfactoria de la Creación".
Avanzando hacia nuestros días, en 2021 se publicó en Francia el libro "Dios, la ciencia, las pruebas" de los ingenieros Michel-Yves Bolloré y Olivier Bonnassies, que rápidamente se convirtió en un bestseller. Este libro surgió de un esfuerzo investigativo de tres años y entrevistas con científicos contemporáneos, que postulan que los científicos de hoy son, en esencia, los nuevos filósofos, enfrentados a preguntas eternas sobre el origen del universo y la vida.
Los autores sostienen que muchos científicos ya no ven como descabellada la idea de una superinteligencia cósmica detrás del universo, argumentando que el universo revela un orden intrincado y complejo. La afirmación que todo en el cosmos puede ser descrito como "información y lenguaje" es central en su argumentación.
El libro detalla cómo los descubrimientos astronómicos del siglo XX han comenzado a revertir la tendencia materialista que prevaleció en la ciencia durante siglos. Argumentan que el Big Bang y la expansión del universo sugieren un inicio y un final, lo que impacta directamente en la noción materialista del cosmos.
Estos hallazgos llevan a las discusiones contemporáneas sobre el ajuste fino del universo, descrito como el delicado equilibrio de fuerzas y constantes que permiten la existencia de vida. El físico Robert Dicke advirtió ya hace 60 años que incluso un pequeño cambio en las condiciones iniciales del universo habría resultado en un planeta sin vida. Este "ajuste fino" plantea la pregunta sobre si ha habido un guía inteligente detrás de todo el proceso.
La teoría ha sido apoyada incluso por figuras como el astrofísico George Smoot, quien indicó que la energía inicial del Big Bang fue orquestada de tal manera que eventualmente llevó a la formación de moléculas complejas y, en última instancia, a la vida. Esta complejidad también se observa en los principios de la mecánica cuántica y la termodinámica.
Además, el libro de Bolloré y Bonnassies también rinde homenaje a los científicos perseguidos por sus ideas que chocaban con el materialismo de regímenes totalitarios, subrayando la valentía de aquellos que abogaron por una creación con un principio.
Interesantemente, también se menciona la contribución del pueblo hebreo al pensamiento cosmológico. La Biblia, según los autores, presenta verdades fundamentales sobre un universo con principio y fin, abandonando el culto a ídolos y la divinización de la naturaleza.
De hecho, los autores argumentan que la ciencia está volviendo a descubrir a Dios, cuestionando la separación tradicional entre fe y ciencia, y proponen que los escépticos de la ciencia contemporánea podrían tener más dificultades para justificar su escepticismo que en el pasado. Así, la constante búsqueda de un creador o inteligencia detrás del orden del universo se vuelve cada vez más prominente en los discursos científicos.
Una nueva publicación que refuerza esta idea es "Nuevas evidencias científicas de la existencia de Dios" de José Carlos González Hurtado, que afirma que las últimas décadas han producido un número sin precedentes de pruebas científicas que sugieren la existencia de un creador. González Hurtado enfatiza que aunque estas pruebas son significativas, también diferencia entre la idea de una causa primigenia y la concepción de un Dios personal.
En resumen, el Big Bang es mucho más que una teoría científica: es una puerta abierta hacia un nuevo diálogo sobre la intersección entre ciencia y espiritualidad, ofreciendo nuevas esperanzas y respuestas sobre la existencia y origen del universo.