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El Desierto de Atacama: Un Paraíso Solar en Crisis Energética

2024-10-05

El Desierto de Atacama, ubicado en el norte de Chile, es conocido no solo por ser el desierto más seco del mundo, sino también por su potencial como fuente de energía solar. Con precipitaciones promedio de apenas 0,1 milímetros al año, este lugar ha captado la atención de empresas energéticas que buscan aprovechar su radiación solar excepcional, la más alta del planeta. Pero su invaluable riqueza también plantea serios retos para la infraestructura eléctrica del país.

Desde hace unos años, Atacama se ha convertido en un paraíso para la instalación de paneles solares. Actualmente, se cuentan más de 500 proyectos solares funcionando, con un centenar adicional en construcción. Estos proyectos buscan cumplir con las ambiciosas metas de descarbonización que muchos países han establecido para 2030 y 2050. Con una superficie de aproximadamente 105,000 kilómetros cuadrados, las condiciones climáticas durante todo el año son ideales para la captación de energía solar.

Un estudio reciente confirmó que las cifras de irradiancia en el desierto alcanzan los 308 W/m², superando cualquier registro previo. En los solsticios, este valor puede elevarse hasta un asombroso 2,177 W/m². Esto ha llevado a la creación de parques solares de gran envergadura, como la planta de Guanchoi, que opera desde el año anterior y cuenta con 398 MW de potencia instalada, suficiente para abastecer a más de un millón de hogares.

Sin embargo, la efervescencia de esta industria no está exenta de problemas. Aunque la planta de Guanchoi ha logrado superar sus expectativas de producción, la falta de desarrollo de infraestructuras de transmisión ha creado un cuello de botella que limita la capacidad de distribución de esta energía renovable. Flavio Cozzolino, director de operaciones de Enel Green Power, señala que este problema radica en la desconexión entre las zonas de producción y consumo energético en el país.

Además, el director del Solar Energy Research Center de Chile, Rodrigo Palma, advierte sobre los riesgos de un almacenamiento deficiente en el contexto de una producción eléctrica tan elevada. La necesidad de mejorar la infraestructura eléctrica se vuelve urgente si se quiere evitar el desperdicio de energía, especialmente cuando el país tiene la capacidad de generar 20 GW de energía solar.

Sin embargo, no todo es negativo. Iniciativas para mejorar la red eléctrica están contempladas, junto con la necesidad de incluir medidas de conservación medioambiental. Esto es crucial, ya que un enfoque sostenible en el desarrollo solar no solo beneficiará la economía sino que también garantizará un futuro más verde y saludable.

Por último, queda claro que mientras el Desierto de Atacama ofrece un tesoro solar sin precedentes, también presenta desafíos que requieren atención inmediata. La pregunta persiste: ¿podrá Chile resolver sus problemas de infraestructura para llevar toda esa energía limpia a los hogares y consumidores que la necesitan? Esto podría ser la clave para transformar a Chile en una superpotencia de energía renovable.