Este viernes, el subsecretario del Interior de Chile, Luis Cordero, hizo declaraciones clave sobre el proceso de regularización migratoria que el Gobierno está considerando. Cordero abordó el controvertido tema del “efecto llamada”, una acusación que ha sido levantada por la oposición para criticar estas medidas.

En su conversación con Radio Infinita, Cordero destacó que la situación es compleja y que lo más fácil para el Gobierno hubiera sido evitar el tema para no incomodar a ningún sector. Sin embargo, enfatizó que la responsabilidad del Gobierno es tomar decisiones relevantes que impacten al país, incluso si esas decisiones pueden ser impopulares en un contexto electoral. "Es un acto de responsabilidad y valentía afrontar estos asuntos", afirmó.

El subsecretario también mencionó que la regularización migratoria es un tema que genera mucho ruido y desinformación, caracterizándolo como “radioactivo” en el debate público, especialmente en varios países. "Si no se toman decisiones ahora, la próxima administración se verá obligada a enfrentar el problema sin tener una solución viable", advirtió.

Respecto al “efecto llamada”, Cordero instó a que se mantenga un ojo crítico sobre cómo se utiliza este concepto. Reveló que este término ha sido instrumentalizado por la ultraderecha española, especialmente por Vox, para deslegitimar los procesos de regularización. "No podemos dejar que se convierta en un estigma que impida un debate serio sobre la migración", añadió.

Cordero también señaló que en relación a las experiencias previas de regularización durante la administración de Sebastián Piñera, no han encontrado evidencia suficiente que valide el llamado “efecto de atracción”. "Es crucial basarse en datos y evidencias antes de lanzar afirmaciones que podrían provocar miedo entre la población", explicó.

Dentro del contexto electoral, Cordero declaró que provocar temor como estrategia política es irresponsable. Esto, dijo, solo genera angustia en la ciudadanía y transforma la relación entre electores y candidatos en una dinámica de necesidad y desesperación. Se mencionó, además, un estudio de una universidad que analiza la regularización migratoria en Chile, utilizando datos de la OCDE, lo cual refuerza la idea de que las decisiones deben basarse en la evidencia y no en el pánico político.

La discusión sobre la regularización de los migrantes es más pertinente que nunca, y las palabras de Cordero resaltan la importancia de abordar el tema con seriedad y responsabilidad, dejando de lado los intereses políticos que distorsionan la realidad.