El famoso ajedrecista noruego Magnus Carlsen, actual campeón del Mundial de Rápidas, ha sido expulsado inesperadamente del torneo que se lleva a cabo en Nueva York. La causa de este escándalo? La FIDE, la federación internacional de ajedrez, le negó la posibilidad de participar en la novena ronda debido a que se presentó vistiendo jeans, un atuendo que está explícitamente prohibido según las regulaciones del evento.

Todo comenzó cuando el árbitro principal le impuso una multa de 200 euros y le ordenó que cambiara su vestimenta para seguir compitiendo. Carlsen, con una actitud desafiante, rechazó cambiarse, alegando que podría hacerlo al día siguiente. Esta negativa provocó que la FIDE decidiera no emparejarlo para la siguiente ronda. Sorprendentemente, Carlsen, que había tenido un mal comienzo en el torneo y ocupaba la posición 41, optó por retirarse no solo de esa ronda, sino del resto del torneo.

"No ha sido el mejor torneo para mí", comentó Carlsen tras el incidente. "Tuve un día difícil y, aunque me cambié de camisa y zapatos, nunca pensé en mis jeans". A la vista de la situación, el ajedrecista no dudó en compartir su descontento en su canal 'Take take take' y se burló de las reglas de la FIDE vistiendo shorts en una aparición pública posterior.

"La FIDE me tiene harto" dijo, enfatizando que la reacción de la federación había sido exagerada. Carlsen también dejó entrever que podría buscar un lugar con un clima más agradable que el de Nueva York, mostrando su inconformidad con la decisión.

Por su parte, la FIDE se defendió, aclarando que esta no fue la primera vez que se aplicaron sanciones por la vestimenta. “Ian Nepomniachtchi, otro participante, también fue multado el mismo día por usar calzado incorrecto, pero él aceptó cambiarse y continuó su participación”, detallaron.

La controversia entre Carlsen y la FIDE no es nueva. El noruego ha mostrado desacuerdos previos con las reglas del ajedrez, y en los últimos dos Mundiales de la modalidad clásica optó por no participar, lo que ha levantado aún más los rumores sobre una posible ruptura con la federación. Además, se ha manifestado contra el ajedrez "freestyle", donde se sortean las posiciones de las piezas. En una crítica directa, Carlsen mencionó, "La FIDE persigue a los jugadores que firman con Freestyle Chess y los amenaza si deciden participar".

La respuesta de la FIDE no tardó en llegar. Emil Sutovsky, CEO de la organización, desmintió las acusaciones en redes sociales, aclarando que no había habido amenazas hacia los jugadores y que la FIDE siempre estuvo dispuesta a colaborar con otros torneos.

Esta situación no solo ha dejado en evidencia la tensión existente entre Carlsen y la federación, sino que también ha abierto un debate sobre la flexibilidad y modernización de las reglas del ajedrez en la era contemporánea. Mientras tanto, el ajedrecista noruego simplemente se ha cansado de la actitud rígida de la FIDE, poniendo en jaque el futuro de su carrera competitiva en el entorno de estas normativas anticuadas.