Salud

El Estado y su fallo: ¿Por qué aún no hemos alcanzado el bienestar social en la República Dominicana?

2025-01-02

Autor: Santiago

La existencia de un Estado debería estar enfocada en mejorar el bienestar de su población. Esto implica la creación de empleos dignos, salarios que cubran las necesidades básicas y servicios públicos de calidad. Sin embargo, la realidad en la República Dominicana demuestra un fallo rotundo en estos objetivos.

1. La justicia como un derecho inalcanzable

La falta de un sistema judicial eficiente y confiable es un factor crucial que explica este incumplimiento. Un sistema que garantice la ley y la igualdad es esencial para el desarrollo de cualquier nación. En nuestro país, el sistema judicial está afectado por la corrupción y la falta de independencia. Esto permite que los poderosos actúen impunemente, mientras que los ciudadanos más vulnerables quedan relegados a un sistema judicial lento y desprotegido.

La justicia no solo es un pilar de la democracia, sino crucial para la estabilidad económica y el progreso social. Sin ella, las inversiones escasean, los derechos son vulnerables y la desigualdad se profundiza.

2. Concentración de la riqueza y despojo de lo público

La creciente concentración de la riqueza en pocas manos también es un factor que obstaculiza el progreso. Los recursos públicos no se distribuyen equitativamente y, en cambio, son acaparados por elites económicas. Un claro ejemplo son las tierras del CEA, que han sido objeto de despojo, dejando a campesinos y pequeños productores sin derechos sobre su tierra.

Esta injusticia económica no solo deniega el acceso a recursos, sino que frena el desarrollo de nuevos sectores. La falta de diversificación económica limita el crecimiento sostenible y la capacidad del país para salir de la pobreza generalizada.

3. El bloqueo a sectores productivos emergentes

La monopolización de sectores clave, como la importación y distribución de bienes, ha asfixiado la economía local. Las grandes importadoras han optado por importar productos que podrían ser fabricados en el país, lo que afecta negativamente a sectores como la pesca y la agroindustria. Este control oligárquico limita las oportunidades de empleo y fomenta la dependencia de productos importados, que a menudo afectan a los productores locales con precios desleales.

Conclusión: Un Estado que no cumple su rol

La falta de justicia eficaz, la concentración de riqueza y la obstrucción del desarrollo de sectores productivos son las razones del fracaso en elevar el bienestar de la población. Estos problemas estructurales impiden que el Estado cumpla su función esencial de garantizar una vida digna para todos.

Si verdaderamente queremos un cambio, es urgente reformar estas estructuras que perpetúan la desigualdad. Esto exige una firme voluntad política para asegurar el acceso a la justicia, redistribuir la riqueza y apoyar a los sectores productivos locales.

Con un mejor equilibrio en la distribución de la riqueza, se podría generar un dinamismo económico, un clima de negocio favorable y una producción local robusta. Así, en lugar de acumular la riqueza, los que ahora controlan todo, podrían beneficiarse aún más sin temor a explosiones sociales. Es crucial adoptar una mentalidad que entienda los procesos sociopolíticos y permita avanzar hacia un futuro más equitativo para todas y todos los dominicanos.