Tecnología

¡El Impactante Costo Oculto del Agua que Consume la IA en Latinoamérica!

2024-09-30

Millones de personas en Latinoamérica interactúan cada minuto con herramientas de Inteligencia Artificial, como ChatGPT. Aunque muchos piensan que la IA es intangible, su existencia física es muy real y las implicaciones son alarmantes para la sustentabilidad del planeta.

Para que la IA funcione adecuadamente, se requiere de centros de datos, que son instalaciones enormes que requieren una gran cantidad de recursos naturales, incluyendo electricidad y, especialmente, agua. Un reciente informe de The New York Times revela que “una consulta a ChatGPT consume casi 10 veces más electricidad que una búsqueda común en Google”. Esto resalta la inmensa demanda de energía que representa la IA.

Pero el problema no termina ahí. De acuerdo con Wired, la industria de la IA, compuesta por los centros de datos y las “nubes” digitales, depende de recursos como litio, agua y energía, lo que plantea un grave riesgo para la región. La instalación de estos centros en países del sur global, incluyendo Latinoamérica, es alarmante, especialmente en un contexto donde el agua es un recurso escaso.

Se estima que el consumo global de energía de los centros de datos alcanzará los 1.000 teravatios-hora (TWh) en 2026, superando incluso el consumo total de electricidad en Francia en 2022.

En México, concretamente en Querétaro, se están estableciendo 26 centros de datos, y ya algunos se encuentran en funcionamiento. Esto generará una demanda energética de 600 megawatts y requerirá inversiones que superan los 10.000 millones de dólares en los próximos 10 años. Sin embargo, los municipios cercanos, que ya enfrentan una grave sequía, podrían sufrir las consecuencias.

Un caso emblemático es el municipio de Colón, donde se ha instalado un gran campus de Microsoft y que está lidiando con presas casi secas y agricultores en dificultades. A pesar de las promesas de desarrollo, muchas empresas aún no monitorean el impacto ambiental de sus operaciones. Un informe del Uptime Institute muestra que solo una minoría de las grandes compañías está al tanto de su consumo de agua y emisiones de carbono.

La situación es aún más crítica en Uruguay, donde Google planea un nuevo centro de datos que requerirá 7.6 millones de litros de agua potable al día, en un país que ya vive una sequía histórica. Para ponerlo en perspectiva, algunas naciones han comenzado a imponer restricciones a la expansión de estos centros; por ejemplo, en Singapur, donde los centros representaron el 7% de la demanda eléctrica en 2020.

La Agencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) advierte que los países en desarrollo son los más afectados por estos problemas medioambientales. Si no se toman medidas inmediatas, la IA podría no ser solo un avance tecnológico, sino una amenaza adicional a la escasez de recursos esenciales para la vida en la región.

Así que la próxima vez que uses un chatbot o herramientas de IA, piénsalo dos veces: ¿Es realmente la innovación que estamos buscando o un desastre ambiental en potencia?