En una jornada que ha dejado a la comunidad pesquera en estado de alerta, Gerardo Balbontín, gerente general de Blumar, confirmó que Juan Sanhueza Ánriquez, el tripulante del barco Cobra desaparecido desde el pasado viernes, estaba desempeñando el crucial papel de vigía en la noche del naufragio del Bruma, ocurrido en las aguas de Coronel, en la Región del Biobío, el 30 de marzo.

La situación se complica, ya que la Fiscalía regional ha informado que algunos miembros de la tripulación del Cobra están siendo imputados por el hecho, mientras que se mantienen la búsqueda y la preocupación por los siete tripulantes desaparecidos de la lancha pesquera Bruma. Balbontín confirmó que dos tripulantes del Cobra, entre ellos el capitán y el piloto, son los que enfrentan cargos.

Juan Sanhueza, de 58 años, quien fue visto por última vez el 4 de abril, tenía una cita programada con un psicólogo designado por Blumar antes de asistir a declarar ante la Fiscalía. Es relevante destacar que en la noche del accidente, él era uno de los dos vigías en el puente, donde se espera que haya al menos tres o cuatro personas en turno, observando lo que sucede. Balbontín detalló que los vigías se relevarían cada dos horas, lo que indica que estaban haciendo su trabajo de forma rutinaria antes del trágico evento.

El entorno familiar de Sanhueza y los colegas del Cobra están profundamente consternados. Balbontín expresó su angustia y el deseo de que Sanhueza regrese sano y salvo. "Hemos estado colaborando activamente en las labores de búsqueda que no cesarán", afirmó el ejecutivo.

Además, Balbontín mencionó que están en constante contacto con la tripulación del Cobra, quienes han mostrado su compromiso en colaborar a pesar de la incertidumbre sobre su posible participación en el accidente. Esta situación crea un ambiente de tensión en la comunidad de pescadores, que es testigo de un incidente que ha desatado interrogantes sobre la seguridad en las aguas de la región.

Mientras tanto, la búsqueda continúa, y la comunidad espera por respuestas que puedan esclarecer lo sucedido aquella fatídica noche. Con los ojos puestos en el mar, la esperanza de hallar a Sanhueza vive en cada rincón de Coronel.