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¡El potencial ataque israelí a Irán que podría devastar la industria petrolera mundial!

2024-10-04

Irán, una nación rica en petróleo, se encuentra entre los diez principales productores del mundo, con reservas probadas que ascienden a la asombrosa cifra de 208.600 millones de barriles, según la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la cual Irán es miembro fundador.

Recientemente, la tensión ha aumentado ante la posibilidad de un ataque militar israelí en represalia a los ataques iraníes, lo que ha dejado a los mercados petroleros sumidos en la incertidumbre. Mientras tanto, se estima que Irán bombeó 3,2 millones de barriles en agosto, con más de la mitad destinados a la exportación, siendo China su principal destino.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha indicado que la capacidad sostenida de producción de Irán se sitúa en 3,8 millones de barriles diarios, aunque en agosto alcanzó los 3,4 mbd. Este vital sector proporciona más del 41% de los ingresos por exportaciones de la República Islámica, alcanzando en 2023 los 99.690 millones de dólares. Sin embargo, la situación geopolítica podría amenazar estos ingresos.

Además de petróleos valiosos, Irán es también uno de los principales productores de gas natural, con 33.988 millones de metros cúbicos en reservas, y ha exportado 12,9 millones de metros cúbicos de gas en 2023. Las instalaciones petroleras de Irán son esenciales no solo para su economía, sino también para el equilibrio en el mercado energético global.

Las principales infraestructuras petroleras incluyen un terminal en la isla de Jark, que puede cargar hasta siete millones de barriles por día y un ataque a este punto podría interrumpir gravemente las exportaciones a China. Al sur, en el estrecho de Ormuz, se concentra otra red crucial de terminales que ya se enfrentan a desafíos por falta de inversión, agravada por sanciones internacionales.

La refinería de Abadan, cercana a Irak, juega un papel clave, aunque su producción está destinada principalmente al mercado interno. En Juzestán, la provincia que alberga el 80% de las reservas en tierra firme, se encuentran los principales yacimientos, pero también existen instalaciones en el Golfo Pérsico y supuestas reservas en el mar Caspio.

La historia reciente ha dejado su huella; muchas instalaciones fueron severamente dañadas por los ataques iraquíes durante la guerra entre Irán e Irak en los años 80, lo que ha llevado a Irán a buscar constantemente nuevas alianzas y estrategias para asegurar sus intereses petroleros.

Con las tensiones escalando, un ataque a la infraestructura podría no solo disparar los precios del crudo, que ya están en ascenso, sino provocar inestabilidad en toda la región del Medio Oriente. El mundo observa atentamente, y muchos se preguntan: ¿Estamos al borde de una crisis energética mundial si la situación no se resuelve pronto?