Ciencia

¡El sorprendente error que arruina tu cerebro sin que te des cuenta, según una experta!

2024-10-09

Autor: Lucas

Puede que no lo creas, pero la relación entre la salud de tus músculos y la salud de tu cerebro es más robusta de lo que imaginas. Muchas personas se sienten frustradas por su falta de movilidad, y aún así no realizan ningún tipo de ejercicio. Pero, ¿sabías que la inactividad física puede tener un impacto devastador en tu cerebro, especialmente a medida que envejeces?

La doctora Kim Johnson Hatchett, neuróloga en Kansas City, está alarmada por lo que ha observado en su consulta: muchos de sus pacientes carecen de una rutina de ejercicio regular. Las responsabilidades diarias como el trabajo, la crianza de los hijos y la constante atracción de pasatiempos sedentarios como ver televisión, están saboteando su salud mental. Según Hatchett, "no están invirtiendo en su fuerza y, a la larga, en su mente".

Cuando nos ejercitamos, nuestro cuerpo libera un factor de crecimiento nervioso (NGF), un péptido esencial para la regulación de las neuronas en el cerebro. Este factor también ayuda a proteger la mielina, una capa aislante que recubre los nervios y que es crucial para el correcto funcionamiento del sistema nervioso. Con la edad, la mielina puede degenerarse, lo que puede perjudicar la comunicación entre neuronas.

El ejercicio cardiovascular es particularmente beneficioso, ya que aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, mejora nuestra cognición y reduce el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. En España, actualmente hay alrededor de 800.000 personas afectadas por esta enfermedad, que representa entre el 60% y el 70% de todos los casos de demencia. Con cifras tan alarmantes, es vital actuar antes de que sea demasiado tarde.

Además, aprender un nuevo deporte no solo promueve la actividad física, sino que también crea nuevas conexiones neuronales que se refuerzan con la práctica continua. Este aumento en el NGF puede ser crucial para mantener la movilidad y asegurar que nuestra mente funcione adecuadamente en el futuro.

Hatchett advierte que, a partir de los 50 años, los músculos comienzan a perder masa a un ritmo del 1 al 2% por año, cifra que puede aumentar hasta un 3% anual después de los 60. Este debilitamiento de los músculos puede comenzar a manifestarse años antes de que una persona llegue a la tercera edad, algo que muchas personas desconocen.

La recomendación de la neuróloga es adelantarse a los cambios naturales de la edad. No hay que esperar a ser mayores; es ideal comenzar a realizar actividades físicas entre los 30 y los 40 años. Un ejercicio cardiovascular de 25 a 30 minutos cada día, combinado con ejercicios de fuerza durante 30 minutos tres o cuatro veces a la semana, puede hacer una gran diferencia. No olvides: ¡tu cerebro te lo agradecerá!