(CNN) – En cada evento de Tesla, siempre hay una dosis de espectáculo y confusión. Elon Musk, autodenominado "rey de la tecnología", ha convertido las promesas exageradas y los incumplimientos en un sello distintivo de su carrera. Sin embargo, la reciente presentación de su robotaxi ‘Cybercab’ fue, incluso para sus estándares, una gran ilusión óptica. Este evento debería servir de recordatorio de que el hombre más rico del mundo promueve la desinformación y la hipérbole a gran escala.

Si no lo notaste, Tesla dio un vistazo a sus vehículos totalmente autónomos, que se espera sean lanzados el próximo año. Pero el verdadero espectáculo vino de los robots humanoides Optimus, que impresionaron a la gente bailando y sirviendo bebidas, aunque no de manera autónoma, sino controlados a distancia por humanos, según informes. Un asistente logró que un robot admitiera que recibía ayuda humana, lo que, para muchos, fue un engaño sorprendente.

"Esto no se reveló, y muchos pensaron que estaban operando de manera autónoma", comentó Gordon Johnson, un crítico de Tesla. El evento, celebrado en un escenario de Hollywood, no ofreció detalles sobre cómo Tesla tiene planeado mejorar su sistema de conducción autónoma ni cómo llevará estos coches a las calles.

La respuesta del público fue mixta: mientras los fanáticos estaban entusiasmados, los inversores buscaban un contenido más sustancial. Adam Jonas, analista de Morgan Stanley, expresó su decepción por la falta de información concreta, afirmando que los inversores necesitaban más que un espectáculo visual.

Este viernes, las acciones de Tesla cayeron casi un 9% tras la presentación, aunque comenzaron a recuperarse rápidamente el lunes, lo que sugiere que muchos inversores aún creen en el potencial de la compañía. Sin embargo, la decepción en Wall Street refleja un creciente escepticismo en torno a las promesas de Musk.

En paralelo, Musk ha estado difundiendo desinformación sobre el manejo de desastres naturales en plataformas como X. Durante el fin de semana, las operaciones de ayuda federal en Carolina del Norte se interrumpieron debido a informes de que una "milicia armada" estaba amenazando a los trabajadores de FEMA. Esta situación pone de manifiesto el impacto real que puede tener la desinformación en la vida de las personas afectadas por crisis.

Las empresas anunciantes en X, incluyendo Unilever, están cada vez más incómodas con el contenido que podría asociarse a su marca con discursos de odio y conspiraciones promovidas por Musk. Recientemente, Unilever se vio obligada a salir de una demanda contra la plataforma, lo que refleja el complicado panorama de la publicidad en redes sociales.

Como siempre, el espectáculo de Musk continúa captando la atención de medios e inversores, pero surge una pregunta fundamental: ¿hasta dónde están dispuestos a llegar los inversores y consumidores antes de que la ilusión se derrumbe? La saga de Tesla es un recordatorio de que, en la era de la información, la verdad y la transparencia pueden ser más valiosas que un buen espectáculo.