Este martes, 8 de octubre de 2024, un avión de la Fuerza Aérea de Chile aterrizó en Santiago, trayendo consigo a 67 ciudadanos, incluyendo 50 chilenos, 10 peruanos y 7 argentinos, en una crucial operación de evacuación humanitaria desde el Líbano, que se encuentra sumido en un conflicto armado entre Israel y el grupo islamista Hezbolá.

El avión llegó alrededor del mediodía (17H00 CET) al aeropuerto internacional de Santiago con el propósito de asegurar la seguridad de los ciudadanos chilenos, quienes se hallaban atrapados en medio de las tensiones y enfrentamientos en el país árabe. La Cancillería de Chile emitió un comunicado destacando la gravedad de la situación en la región.

Además de los evacuados, el vuelo también transportó una valiosa carga humanitaria hacia Beirut, compuesta principalmente por medicamentos y suministros médicos esenciales, subrayando el compromiso de Chile con el bienestar de las personas afectadas por esta crisis.

Desde el 23 de septiembre, el ejército israelí ha intensificado sus ataques en el sur y este del Líbano, así como en los suburbios del sur de Beirut, en respuesta a las agresiones del Hezbolá. Esta escalada de violencia ha dejado más de 2,000 muertos en Líbano en el último año, con más de un millar de ellos fallecidos solo desde el 23 de septiembre, según informes de AFP.

En este contexto bélico, Israel también ha estado realizando ataques en la Franja de Gaza, donde se estima que más de 41,965 palestinos han muerto, la mayoría de ellos civiles. El conflicto se intensificó después de un ataque sin precedentes el 7 de octubre de 2023 en suelo israelí que resultó en 1,206 muertes, reviviendo las tensiones de un conflicto que parece no tener fin.

Este reciente desarrollo ha generado una ola de preocupación internacional y ha llevado a varios países a tomar medidas para proteger a sus ciudadanos en la región. Las evacuaciones de otros países también están en curso, mientras la situación humanitaria en Medio Oriente continúa deteriorándose.

La comunidad internacional ha llamado a un alto el fuego y a negociaciones para poner fin al conflicto, aunque las perspectivas de paz en la región siguen siendo inciertas.