Los enfermeros del Instituto de Medicina Tropical están en pie de guerra, llevando a cabo movilizaciones para ser incluidos en el plan gubernamental destinado a implementar la Ley 7137/2023. Esta ley es un cambio significativo, ya que reduce la carga horaria semanal de 24 a 12 horas, con la intención de mejorar las condiciones laborales del personal de salud.

Sin embargo, los profesionales de la salud afirman que las condiciones actuales son inadecuadas; incluso carecen de un lugar adecuado para descansar entre turnos, según reporta Telefuturo. Esta situación ha creado un ambiente de trabajo insostenible, empujando a los enfermeros a alzar su voz en busca de mejoras sustanciales.

Recientemente, se manifestaron frente al Ministerio de Salud, donde además denunciaron prácticas intimidatorias, como la amenaza de cese de contratos y traslados. "Tenemos miedo", expresó Melisa Peña, una de las dirigentes del movimiento. Esta inquietud se suma a la angustia sobre su derecho a la salud mental como profesionales, preguntando: "¿Y dónde está nuestro derecho a la salud mental? Si estamos así, ¿cómo podemos garantizar calidad y calidez en nuestra atención?"

Un grupo de aproximadamente 200 enfermeros exige el cumplimiento del plan piloto, que propone una reestructuración de horarios y la concesión de días libres, una medida que podría aliviar la sobrecarga y mejorar su bienestar. Según Peña, su inclusión en el plan piloto es la única vía para demostrar que el hospital está preparado para implementar esta reducción de carga horaria.

La situación es preocupante, ya que refleja la falta de apoyo hacia quienes están en la primera línea de la atención médica. Muchos cuestionan la indolencia del Gobierno ante las demandas legítimas de estos profesionales. La lucha de los enfermeros no es solo por sus derechos, sino por el bienestar de todos los pacientes que dependen de su dedicación y cuidado.