Hay una curiosa constante en la historia de los medios de comunicación: cada vez que surge una nueva tecnología, los humanos parecen recurrir a imágenes de gatos. Desde los correos electrónicos de los años 90 hasta las redes sociales de hoy, los adorables felinos siempre han encontrado un lugar privilegiado en nuestras interacciones digitales.

Los memes de gatos comenzaron a hacerse populares a finales de la década de 1990, cuando las oficinas comenzaron a enviar correos electrónicos con fotos graciosas de sus mascotas. Con el avance de Internet, estos gatos se trasladaron a plataformas sociales donde surgieron fenómenos virales como Grumpy Cat y Keyboard Cat. Los memes no solo son entretenimiento; reflejan la forma en que la tecnología ha cambiado nuestras relaciones sociales.

Pero esta conexión con los gatos no es algo nuevo. En el siglo XIX y principios del XX, las postales se utilizaron de manera similar. En esa época, las postales eran rápidas y baratas, utilizadas para compartir pensamientos aleatorios, organizar encuentros, o simplemente compartir fotos de gatos junto a mensajes amigables. Esta práctica alcanzó su apogeo entre 1900 y 1914, cuando la gente se volcó en el envío de postales, creando un vínculo entre los humanos que, de alguna manera, se asemeja al uso actual de las redes sociales.

Ben Weiss, curador del Museo de Bellas Artes de Boston, explica que las postales antiguas también eran ejemplos de una vasta red de comunicaciones que existía en ese momento. Envías una postal en la mañana y el destinatario la recibía en horas, lo que era revolucionario para la época. Esto muestra que la velocidad de la comunicación, aunque diferente, ha sido un deseo humano a lo largo de la historia.

Los gatos, como símbolo de la cultura, han atravesado las décadas. Durante la época victoriana, estos animales no sólo eran parte del hogar, sino que también fueron adoptados por la alta sociedad. Las postales mostraban gatos en diversas situaciones, desde jugando hasta siendo vestidos con trajes humanos, convirtiéndose en un reflejo de la vida cotidiana de la época.

Sin embargo, no todo era positivo. Al inicio del fenómeno de las postales, algunas personas veían la popularidad de este nuevo medio como una amenaza a las habilidades de lectura y escritura. Se temía que el fácil acceso a postales llevara a relaciones más superficiales y menos personales, un argumento que resuena hoy en día en las discusiones sobre redes sociales.

En un giro interesante, los gatos también encontraron su lugar en debates políticos. Durante el movimiento sufragista, las postales con imágenes de gatos se utilizaron para recaudar fondos y promover la causa. Del mismo modo que hoy los memes pueden tener un impacto significativo en la opinión pública, las postales jugaron un papel vital en la campaña por el voto femenino.

A pesar de los avances tecnológicos y los cambios en la comunicación, una cosa sigue siendo relevante: nuestra fascinación por los gatos. Ellos representan no solo nuestro amor por los animales, sino también nuestra necesidad de conexión, ya sea a través de una simple postal o un meme compartido. Así que, la próxima vez que veas un gato en línea, recuerda que estás participando de una larga tradición de comunicación humana que jamás pasará de moda.