Esta mañana, una multitud de apoderados y estudiantes del Cuarto Medio del Colegio Almondale Lomas en Concepción –en la región del Biobío– se movilizaron para protestar contra la decisión de la Rectoría de cancelar la ceremonia de licenciatura. La medida se tomó tras unos incidentes calificados de 'inaceptables' que involucraron a los alumnos durante la celebración del Día del Profesor.

Los estudiantes y sus familias consideran la decisión desmedida y argumentan que ha causado un daño psicológico considerable a los involucrados. Reconocen que la 'broma', que quedó fuera de control, está detrás de esta controversia.

Los hechos ocurrieron el 18 de octubre. Durante la festividad, un grupo de estudiantes desordenó la oficina del jefe de ciclo y, desafortunadamente, uno de ellos descargó un extintor en el interior de la sala. Aunque posteriormente limpiaron y pidieron disculpas, la respuesta de la administración fue cancelar todas las actividades de fin de año para los Cuartos Medios, afectando a 117 estudiantes.

La 'pequeña broma' se ha vuelto un enorme problema

A raíz de la situación, este viernes los estudiantes organizaron una manifestación exigiendo la reversión de la decisión. Josefina, presidenta de curso del cuarto B, comentó: 'Hicimos una pequeña broma que era tradición en el colegio, que se nos fue de las manos. Hicimos todo lo posible para solucionar la situación, pero no fueron escuchados'.

Max, presidente de curso del cuarto A, añadió que esperaba una disculpa de la rectora, quien había calificado los actos como vandálicos, lo que provocó que toda la comunidad escolar se volcara en su contra.

Una de las apoderadas presente en la manifestación se mostró indignada, afirmando que se había distorsionado la verdad de lo sucedido y que contaban con el apoyo de toda la comunidad educativa. Ella resaltó que 'los adolescentes han sufrido un daño psicológico extremo' debido a la presión provocada por la situación, mencionando que esto les ha dificultado prepararse para la PAES (Prueba de Acceso a la Educación Superior).

La rectora, Claudia Lodi Ibacache, afirmó que la decisión de cancelar las ceremonias fue respaldada por la comunidad educativa y justificó que hubo un daño a la dignidad del personal afectado. Según su versión, durante la celebración, los estudiantes bloquearon las cámaras de vigilancia y causaron daños considerables a la oficina, indicando que este hecho no podía ser minimizado.

Por otro lado, los apoderados han anunciado que continuarían con las manifestaciones hasta lograr que los estudiantes recuperen su derecho a las ceremonias de despedida. La conmoción generada por esta situación ha puesto a la comunidad educativa en un tenso tira y afloja entre la administración y los estudiantes, poniendo en relieve la necesidad de un diálogo constructivo que impida que incidentes como este se repitan en el futuro.