Saúl Esteban Laverni, un exárbitro internacional de fútbol que dirigió en la Primera División de Argentina durante más de una década hasta 2016, ha estado en el ojo del huracán tras una serie de polémicas a lo largo de su carrera.

Desde 2007 hasta 2014, Laverni fue un árbitro designado por FIFA, pero su trayectoria no estuvo libre de controversias.

En 2008, se vio envuelto en un grave escándalo de xenofobia durante un partido entre Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Argentinos Juniors. En esa ocasión, fue acusado de discriminar a los jugadores del equipo jujeño, lo que provocó la intervención del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) de Argentina, obligándolo a ofrecer disculpas públicas.

En 2011, su actuación en un empate entre Banfield y Godoy Cruz le costó su lugar en las designaciones arbitrales. A pesar de que no validó un gol legítimo ni sancionó un penal a favor de Godoy Cruz, Laverni finalmente reconoció sus errores, lo que llevó a su suspensión por la Asociación del Fútbol Argentino.

Su carrera siguió llena de controversias. En 2015, durante un partido entre Lanús y Gimnasia, Laverni fue acusado de favorecer al equipo de Lanús tras no sancionar un penal a Gimnasia y permitir un gol en posición de adelanto. Esto generó críticas extremadamente severas y resultó en una suspensión de dos partidos.

Recientemente, Laverni fue entrevistado en el programa 'Giro Perfecto', donde sorprendió al mundo del fútbol al exponer cómo los árbitros pueden influenciar un partido sin infringir las reglas. "Si voy a favorecer, te manipulo el partido", confesó. "No voy a arriesgarme a sancionar tres penales en un solo partido; prefiero otorgar un córner dudoso o un tiro libre en la frontera del área para, de esa forma, ejercer cierto control sobre el juego".

El exárbitro también comentó sobre las reacciones de los equipos contendientes, afirmando que "el equipo que siente que está siendo perjudicado gasta mucha energía en protestar al árbitro, lo que, en muchos casos, puede desestabilizarse emocionalmente en el juego". Su declaración ha generado un revuelo en el ámbito deportivo, abriendo un debate sobre la imparcialidad en el arbitraje y la ética en el deporte.

Los aficionados y expertos del fútbol están a la expectativa de las repercusiones que estas revelaciones tendrán en el futuro del arbitraje en Argentina. ¿Podrán los árbitros mantenerse al margen de este tipo de manipulación en el juego, o estamos ante el inicio de un escándalo aún mayor en el fútbol nacional? Solo el tiempo lo dirá.