Un escándalo que sacude el Servicio de Protección a la Niñez

En octubre del año pasado, la controversia se desató cuando Claudio Castillo, nuevo director nacional del Servicio de Protección Especializada a la Niñez (ex-Mejor Niñez), solicitó la opinión de un grupo de fundaciones sobre un borrador técnico de un concurso aún no publicado, destinado a residencias para niños de 4 a 8 años en varias regiones de Chile. Documentos revelan que este borrador fue compartido impropiamente con estas organizaciones antes de la publicación oficial.

Acuerdo confidencial y falta de transparencia

A pesar de que las normativas exigen procesar la información de manera equitativa, el entonces director acordó esta reunión con las organizaciones del llamado 'Mesa de Residencias', lo que plantea serias dudas sobre la transparencia del concurso. Esto se descubrió gracias a 19 correos intercambiados que revelan que menos de un mes después de asumir su cargo, Castillo ya estaba en contacto con estas fundaciones.

Resultados del concurso: ¿un truco previo?

Los resultados finalmente fueron anunciados el 15 de abril: la licitación resultó en una adjudicación a fundaciones que ya estaban al tanto del borrador. En la Región de La Araucanía, la licitación fue parcialmente desierta, señalando posibles irregularidades en el proceso.

Fundaciones a cargo y evidentes conflictos de interés

Las instituciones implicadas, que forman parte de la Mesa de Residencias, administran alrededor del 52% de los niños bajo cuidado alternativo en Chile. Muchos expertos avisan que esto puede ser un claro indicio de favoritismo, puesto que algunas de estas entidades realizaron observaciones al borrador que terminaron siendo incorporadas en las bases finales.

Un proceso judicial cuestionado desde dentro

Funcionarios internos del Servicio han expresado su preocupación sobre el proceso, argumentando que no se incluyó a los 186 organismos acreditados en el sistema, lo que claramente va en contra de la ley que exige equidad y transparencia. Esto resulta en un lazo de complicidad preocupante entre el Servicio y las fundaciones.

Modificaciones realizadas: ¿fruto de presiones?

Además, los cambios introducidos al diseño del concurso han sido criticados. Los organismos colaboradores tuvieron que ajustar sus modelos de operación, lo que pone en riesgo la calidad del cuidado infantil. La Mesa de Residencias ha manifestado que sus propuestas no fueron tomadas en cuenta, aumentando las cargas operativas y los costos asociados.

Demandas de claridad y justicia por parte de las fundaciones

Con el telón de fondo de estas irregularidades, las fundaciones no solo demandan una revisión del proceso, sino también una claridad en la normativa que rige sus actividades con el Estado. Exigen un modelo de cuidado más riguroso y planes de implementación que tengan en cuenta la sostenibilidad y la eficiencia.

¿Qué futuro para el cuidado de la infancia en Chile?

Este escándalo pone en evidencia la necesidad de un reformador cambio en el sistema de licitaciones y la gestión del cuidado infantil en el país. ¿Se tomará en serio una revisión de estos procesos o continuaremos viendo cómo se favorece a unos pocos a expensas de los más vulnerables? Mantente atento a las investigaciones que están por venir.