La investigación en curso contra el exsubsecretario del Interior, Manuel Monsalve, quien enfrenta acusaciones de abuso sexual y violación por parte de una exsubalterna, ha dado lugar a una nueva controversia que arroja sombras sobre la posibilidad de encubrimiento por parte de Carabineros.

Un elemento crítico en esta desgracia se centra en el acceso a las grabaciones de seguridad del Hotel Panamericano, donde, según se afirma, ocurrió el presunto delito. Este hecho ha suscitado serias dudas acerca de la conducta de la policía bajo el mando de Monsalve.

Según fuentes de The Clinic, la Fiscalía ha comenzado a investigar las comunicaciones entre Monsalve y altos oficiales de Carabineros. En un giro inesperado, se reveló un intercambio de mensajes entre Monsalve y el subdirector de Carabineros, Enrique Monrás, justo días antes de la renuncia de Monsalve. En una conversación que deja mucho que pensar, Monrás le ofreció su ayuda de manera franca, diciendo: "Subsecretario, buenas tardes, este es mi número, cualquier cosa que necesite me avisa… a la hora que sea." Monsalve, por su parte, respondió con un agradecimiento que deja entrever una relación cercana: "Muchas gracias General."

Además, ese mismo día la capitán Silvana Flores, encargada de hacer el enlace entre la Subsecretaría del Interior y Carabineros, anunció a Monsalve que había una avioneta institucional a su disposición para su traslado desde la Región del Biobío a Santiago, después de que informara a su familia de la denuncia en su contra.

En un desarrollo alarmante, las diligencias realizadas por el fiscal regional Centro Norte, Xavier Armendáriz, han revelado testimonios que sugieren que Carabineros habría solicitado las grabaciones de las cámaras de seguridad del Hotel Panamericano antes de que la denuncia fuera formalizada ante la Fiscalía. Según la Policía de Investigaciones (PDI), el administrador del hotel confirmó que Carabineros ya había solicitado las grabaciones cuando los investigadores arrived al lugar. Sin embargo, el 25 de octubre, Carabineros negó haber intervenido en el hotel o sus alrededores.

Los funcionarios de la PDI informaron que el administrador del hotel argumentó que Carabineros justificó su solicitud como parte de una investigación en curso, aunque no se aclaró el motivo exacto de esta intervención.

Este escándalo ha desatado una ola de indignación en el público, que exige respuestas y claridad sobre el rol de las autoridades en este delicado caso. Se habla de una posible manipulación de pruebas y los ciudadanos se preguntan: ¿hasta dónde llegará esta investigación y qué más se descubrirá en el camino? ¡Estén atentos!