La controversia en torno a la familia real española se intensifica tras la reciente filtración de fotos de la princesa Leonor de Borbón en bikini, disfrutando de un merecido día de descanso en una playa de Uruguay. Esta situación ha levantado un gran debate sobre la privacidad de la joven, quien se encontraba en Sudamérica a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, cumpliendo con sus compromisos académicos y de formación.

Las imágenes fueron publicadas por la revista española Diez Minutos y fueron capturadas el pasado 6 de marzo, cuando la princesa disfrutaba de una jornada soleada en la playa La Mulata, cerca de la capital uruguaya, Montevideo. En la portada de la revista, se puede ver a una relajada Leonor con lentes de sol y un bikini gris, lo que ha generado tanto admiración como críticas en los medios y redes sociales.

"La princesa Leonor se relaja en la playa", señala la revista, enfatizando que estaba acompañada de sus compañeros del buque Juan Sebastián Elcano, lo que la sitúa como una joven que busca normalidad en su vida, a pesar de su posición. Sin embargo, esta no es la única controversia que acompaña su viaje a Sudamérica.

La Fiscalía Regional de Magallanes ha iniciado investigaciones sobre la filtración de imágenes de Leonor en un centro comercial de Punta Arenas, donde se denunció que su ingreso fue fotografiado sin su consentimiento. Además, ha salido a la luz otra imagen de la princesa disfrutando de una cerveza en un bar reconocido de la zona, lo que ha suscitado aún más interés mediático y cuestionamientos sobre su privacidad y la responsabilidad de los locales en resguardar la imagen de la realeza.

Estas situaciones han llevado a la Casa Real de España a poner oficialmente una queja ante Carabineros, buscando respuestas sobre cómo se gestionó la seguridad de la princesa durante su estancia en Chile.

Esta filtración pone de manifiesto los retos que enfrenta la joven heredera de la corona española en la balanza entre su vida privada y su papel público. Los seguidores de la realeza están expectantes ante posibles reacciones por parte de la Casa Real, mientras que los críticos han comenzado a debatir sobre los limites de la exposición mediática. Sin duda, el tema seguirá trayendo cola en los próximos días.