La temporada 2024 ha llegado a su fin para la Universidad Católica, y lo hizo de la peor manera posible. El pasado sábado, los "cruzados" dijeron adiós al Campeonato Nacional con una dolorosa derrota ante Coquimbo Unido, lo que los dejó fuera de la Copa Libertadores para el 2025, un gran golpe para los aficionados y el club.

En una emotiva despedida, Nicolás Castillo no fue convocado para el último partido, lo que dejó a los fanáticos atónitos, ya que esperaban ver a su ídolo una vez más en el campo. Sin embargo, el delantero hizo acto de presencia en el Estadio Santa Laura para apoyar a sus compañeros, pero se marchó por la puerta trasera de San Carlos de Apoquindo, dejando en las redes sociales un mensaje de agradecimiento por su tiempo en la UC.

Pero la verdadera bomba ha estallado días después. Según fuentes de ADN Deportes, durante una de las prácticas previas al partido, Castillo casi se agarra a golpes con su compañero Aaron Astudillo tras una jugada confusa que desató la tensión en el entrenamiento. Aunque desde la institución consideraron el incidente como "una calentura del entrenamiento", el momento fue lo suficientemente serio como para que el entrenador Tiago Nunes decidiera excluir a ambos jugadores de la convocatoria final.

Este altercado no solo marca el cierre de la era de Castillo en la Universidad Católica, sino que también ilustra el clima de tensión que se vive dentro del vestidor en un momento crítico para el club. Con la salida confirmada de Castillo y Gary Kagelmacher, la UC se enfrenta a un renovado desafío mientras busca reestructurarse para el próximo año. ¿Cómo afectará esto la imagen del club y el futuro de sus jugadores? Solo el tiempo lo dirá, pero lo que es seguro es que el episodio ha dejado una marca indeleble en la historia reciente de la Universidad Católica.