Recientemente, un funcionario de la Universidad de La Frontera (UFRO) se atrevió a exponer una serie de irregularidades financieras que han afectado a la institución, revelando que el Instituto de Desarrollo Regional y Local (IDER) podría estar funcionando como una "caja pagadora". Este denunciador anónimo, cuyo temor a represalias es claro, ha compartido su inquietud con AraucaniaDiario, señalando un alarmante número de causas legales en el Poder Judicial relacionadas con la universidad.

"En la página de Transparencia se puede ver que la gran mayoría de las demandas son por tutela laboral, despidos arbitrarios y otros conflictos. La universidad ha preferido pagar en conciliaciones en lugar de enfrentar juicios, lo que ha reducido aún más sus recursos económicos", comenta el funcionario, visiblemente frustrado.

El clima en la UFRO es tenso. Con la llegada de noviembre, cuando se anticipan desvinculaciones, muchos temen por sus empleos. "¿Cómo es posible que el Rector haya permitido que todo esto suceda?", interroga el denunciante, cuestionando la gestión de la máxima autoridad de la universidad.

Por si fuera poco, la atmosfera dentro de la universidad ha cambiado drásticamente. Antes, se valoraba el trabajo y la dedicación de los funcionarios, pero ahora el nepotismo parece haberse institucionalizado. "Ahora hay redes de poder internas. Personas que antes ocupaban cargos en el gobierno han conseguido posiciones administrativas claves", añade el informante.

Un ejemplo impactante que se menciona es el ex vicerrector de Administración y Finanzas, actualmente vinculado al IDER, donde se especula que los sueldos y beneficios personales son desproporcionados. Además, apunta a empleados que tienen vínculos familiares con directores y jefes, lo que evidencia prácticas poco éticas.

Un caso mencionado es el de un periodista que trabaja en Dircom y recibe un pago del IDER por servicios de comunicación. ¿Sabías que es hijo del director de Pregrado de la Facultad de Educación? Sus denuncias siguen, haciendo hincapié en que la lista de favoritismos parece interminable.

Además, el año pasado se rumoró sobre un líder que buscaba postularse como rector ofreciendo un decimotercer sueldo a los empleados, una promesa que nunca se concretó para los funcionarios de menor rango, mientras que los altos cargos continúan acumulando salarios desorbitantes.

La UFRO, una de las universidades más grandes de La Araucanía, se encuentra actualmente inmersa en un proceso de acreditación, y los cuestionamientos sobre su gestión financiera y ética parecen estar en el centro de un creciente escándalo. Los funcionarios esperan que se tomen medidas para abordar esta situación antes de que sea demasiado tarde.