Este miércoles, Estados Unidos reveló que el líder opositor venezolano Edmundo González Urrutia, actualmente en el exilio en España, todavía no ha solicitado ayuda para regresar a su país. Sin embargo, un alto cargo de la Administración de Joe Biden afirmó que, si González decidiera hacerlo, el gobierno estadounidense "consideraría" dicha solicitud.

"Hasta ahora, no hemos recibido ninguna solicitud de asistencia para su transporte. No hemos participado en su salida de Venezuela", afirmó el oficial en una conversación con la prensa. También aclaró que no reconocen la autoridad de Nicolás Maduro, lo que significa que no hay en este momento contacto con su gobierno en relación a estos temas.

Estados Unidos ha declarado que reconoce a Edmundo González como el "presidente electo" de Venezuela, resaltando su intención de regresar y asumir la presidencia el 10 de enero de 2024, coincidiendo con la investidura programada de Maduro.

En las elecciones presidenciales del 28 de julio, el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro como presidente reelecto, aunque controversias han surgido ya que no se han hecho públicos los resultados desglosados. Por otro lado, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), la principal coalición opositora, asegura haber documentado una victoria para González Urrutia.

González ha estado denunciando una persecución política en las autoridades venezolanas desde su exilio en España y, en una reciente entrevista en Madrid, afirmó que está "moralmente preparado" para cualquier consecuente arresto al regresar a Venezuela.

La tensión se intensifica a medida que el Gobierno venezolano ha declarado que revisará sus relaciones con los países del G7 debido al apoyo de este grupo hacia González, intensificando así el conflicto internacional que rodea a la crisis política del país. La Cancillería de Venezuela advirtió que la postura del G7, que incluye a grandes potencias como EE.UU., Alemania y Francia, es considerada injerencista y promete no pasar desapercibida.

"Venezuela no aceptará que se cuestione su soberanía. En respuesta a esta actitud arrogante, estamos llevando a cabo una revisión de nuestras relaciones con cada uno de los gobiernos del G7", sentenciaron.

La situación en Venezuela sigue siendo crítica, con una división palpable entre el gobierno de Maduro y los líderes opositores, lo que pone de relieve un conflicto político que parece no tener fin. Este enfrentamiento no solo afecta a la estabilidad interna del país, sino también a las relaciones internacionales y la percepción global sobre la democracia en la región. ¡Estaremos atentos a las siguientes actualizaciones de este dramático capítulo!