La infidelidad de Cristián de la Fuente: Un pasado que lo explica

El famoso actor chileno Cristián de la Fuente ha dejado a todos boquiabiertos tras su reciente confesión sobre su infidelidad en 2022, cuando se revelaron los detalles de su desliz con otra mujer, mientras aún estaba casado con Angélica Castro. En una impactante entrevista en el podcast 'El Arte de Reinventarse', De la Fuente ofreció una atípica explicación sobre sus acciones, sugiriendo que su comportamiento se debía a su entorno familiar.

Una infancia marcada por la disociación

De la Fuente compartió que creció en un hogar donde la infidelidad era vista como algo natural. «Yo viví en una familia en donde mi papá estaba disociado. Para mí, la disociación era normal. No había culpa», confesó. Reveló que su padre era bígamo: "Mi papá estaba con mi mamá el sábado y con mi 'tía' el domingo. ¡Así era nuestra vida!".

La falta de culpa: ¿Una lección aprendida?

El actor admitió que, a pesar de las implicaciones emocionales que su comportamiento generó, nunca vio a su padre mostrar remordimientos por sus acciones. "Mi papá nunca tuvo culpa, y debería haberla tenido, porque le estaba haciendo daño a las dos mujeres", agregó, reflexionando sobre cómo esto influyó en su propia vida.

Un camino hacia la reflexión y el cambio

Cristián de la Fuente no elude la responsabilidad de su infidelidad. Reconoce que su separación se debió a un grave error de su parte y que a menudo enfrenta una disociación al actuar, lo que lo lleva a enfrentar las consecuencias solo después de haber fallado. Su historia resuena con muchos, expone una realidad que pocos se atreven a compartir y abre el debate sobre cómo nuestras experiencias familiares pueden moldear nuestras decisiones.

¿Puede el pasado justificar el presente?

La revelación de De la Fuente ha suscitado un torrente de reacciones. Muchos se preguntan: ¿Puede realmente el pasado de alguien justificar su comportamiento actual? Tal vez esta situación nos invite a todos a reflexionar sobre nuestras propias relaciones y los patrones que traemos del hogar.