La última aparición de Chile en una Copa del Mundo se remonta al Mundial de Brasil 2014, donde La Roja alcanzó los octavos de final, enfrentándose a los anfitriones brasileños. Uno de los jugadores destacados de esa época, Felipe Gutiérrez, ha compartido un desgarrador testimonio sobre el calvario que vivió tras ese inolvidable partido.

El duelo con la selección verdeamarela es recordado especialmente por el impacto emocional: desde el famoso palo de Pinilla hasta los penales, donde Gonzalo Jara tuvo la responsabilidad de ejecutar el último lanzamiento, el cual falló. Sin embargo, lo que no se conocía son las consecuencias que esto trajo para Gutiérrez. Tras el partido, surgieron rumores malintencionados asegurando que él había sido el designado para patear el penal decisivo, pero se había negado a hacerlo.

“Tuve la suerte de ir al Mundial de Brasil en 2014, pero creo que terminé sufriendo por mentiras que se inventaron. No sé quién lo dijo, qué periodista más bien, pero afirmaron que yo era el encargado de patear el último penal ante Brasil y que me había negado. Por eso, Gonzalo Jara se vio obligado a patear, lo cual no hacía habitualmente, y perdió”, recordó Felipe Gutiérrez durante una reciente conversación.

La verdad detrás de los penales

El exfutbolista aclaró que su ausencia en la lista de ejecutantes de penales no fue por decisión propia. “No, para nada. Pero alguien de un medio, después del partido, dijo que eso había trascendido. Y claro, otros medios lo tomaron y eso se multiplicó en redes sociales”, confesó.

Consecuencias impactantes

Lo más alarmante de su testimonio fue la revelación de que Gutiérrez recibió amenazas de muerte a raíz de estos rumores falsos. “Recibí mensajes horribles, personas que no comprendían que esto era parte del juego y que, por desgracia, en el fútbol hay un ganador y un perdedor”, lamentó. Gutiérrez también enfatizó la necesidad de cuidar la salud mental de los deportistas, ya que la presión mediática puede tener consecuencias devastadoras. “Es un juego, pero hay vidas en juego también. Necesitamos crear un ambiente más saludable para todos los que amamos el fútbol”, concluyó.

Sin lugar a dudas, este episodio no solo desvela la presión que enfrentan los jugadores de élite, sino también la responsabilidad de los medios de comunicación en la difusión de información veraz y responsable.