Después de una larga espera, el 4 de diciembre se marcó un hito para el Campus de Huesca al firmarse un convenio vital entre la Diputación Provincial de Huesca (DPH) y la Universidad de Zaragoza (Unizar). Este acuerdo permitirá la cofinanciación de la futura facultad de Medicina, que abre la puerta a la enseñanza del grado completo de Medicina en la región.

Este proyecto, que empezará a recibir a sus primeros estudiantes en septiembre de 2026, requiere 15 meses de esfuerzo intenso para su finalización. Para iniciar la ejecución, se han comenzado las obras en el ala oeste de la antigua residencia de niños, cuya intervención total está valorada en 7,3 millones de euros.

Del total del presupuesto, 3.1 millones de euros provienen de Unizar, mientras que la Diputación se hará cargo de la parte restante, con 1.2 millones de fondos propios y 3 millones de euros de fondos europeos. Este respaldo económico es crucial para la materialización del proyecto.

La arquitecta Laura Puyal, de la DPH, destaca en sus declaraciones que los trabajos ya han comenzado, y en diciembre se preparó el terreno para la instalación de la empresa ejecutora. En 2025, las tareas continuaron con la preparación del sitio, incluyendo desbroce y excavación para la cimentación de la grúa. Además, se están llevando a cabo estudios geotécnicos para analizar la calidad del subsuelo y explorar la posibilidad de implementar sistemas de geotermia.

Próximamente, la primera fase consistirá en el montaje de andamios, lo que permitirá el desmontaje de la cubierta. Asimismo, se procederá a la demolición de la misma y a la evaluación de los forjados que deberán ser sustituidos. Las fachadas serán rehabilitadas y se instalará un sistema de aislamiento moderno, así como nuevas carpinterías.

La fecha estimada de finalización de la obra está fijada para el 31 de marzo de 2026. La arquitecta confía en que la empresa encargada, Marino López Navarro, esté a la altura del desafío, ya que el cumplimiento de este plazo está ligado a una subvención de fondos europeos que exige la entrega del edificio en esa fecha.

El diseño del nuevo espacio incluirá cuatro plantas, cada una con alrededor de 1.000 metros cuadrados. La planta baja contará con un bar y aulas amplias para seminarios, mientras que las plantas superiores estarán dedicadas principalmente a aulas de aprendizaje.

Una característica única de este nuevo edificio será su zona de simulación, donde se realizarán prácticas específicas de medicina. Esta área estará equipada con tecnología que permitirá a los estudiantes observar en tiempo real las prácticas de sus compañeros, facilitando un aprendizaje dinámico y colaborativo.

En la última planta se encontrarán los despachos y la sala de profesores, optimizando así el uso del espacio. La arquitecta subraya que la estructura del edificio, con forma de L, aprovechando los muros de carga, permitirá una distribución eficiente para la actividad académica.

Otro aspecto destacado será la sostenibilidad. El nuevo edificio contará con un sistema de geotermia, reduciendo al mínimo el consumo energético gracias a un diseño que prioriza el aislamiento y la calidad de los cerramientos. La utilización de recursos del subsuelo será clave para hacer de esta facultad un ejemplo de eficiencia energética.

Con esta iniciativa, Huesca se posiciona para tener una facultad de medicina que combine tradición y modernidad, ofreciendo nuevas oportunidades de formación en el ámbito de la salud, y marcando una evolución significativa en la educación universitaria de la región.