Este martes, un día antes de la implementación del segundo ajuste a las tasas de intercambio, el Comité para la Fijación de Límites a las Tasas decidió suspender la nueva disminución programada para este periodo.

Ante este inesperado anuncio, el gremio FinteChile manifestó su preocupación. En un comunicado, afirmaron que "esta medida, destinada a promover la transparencia, competitividad y estabilidad del sistema de pagos, ha suscitado expectativas que deben ser gestionadas adecuadamente para reducir la incertidumbre entre todos los actores del mercado".

El Comité había anunciado el lunes que se adoptarían "medidas provisionales para garantizar la efectividad de este procedimiento", manteniendo así los límites actuales de tarifas de intercambio hasta que se establezcan nuevas pautas.

Estos límites corresponden al ajuste realizado en octubre del año pasado: 0,50% para tarjetas de débito, 1,14% para crédito y 0,94% para prepago. Para octubre de este año, la segunda baja estaba definida y contemplaba límites de 0,35% en débito, 0,80% en crédito y 0,80% en prepago.

El gremio de empresas de servicios financieros de Chile advirtió que "la postergación de esta medida impacta de manera directa a fintech, PYMEs, startups y diversas empresas que requieren un marco regulatorio predecible para optimizar sus operaciones y continuar innovando".

FinteChile enfatizó la importancia de la "certeza regulatoria para que estas empresas puedan tomar decisiones informadas y contribuyan al crecimiento económico y a la inclusión financiera" en el país. Estos actores, que pueden verse beneficiados o afectados por la medida, comparten un interés común: lograr un entorno regulatorio estable que facilite la planificación estratégica.

En este sentido, concluyeron que "es vital que las decisiones regulatorias se fundamenten en estudios técnicos rigurosos y se implementen de manera oportuna, asegurando que no se vea comprometido el dinamismo de la industria".

Ante la inmediata acción del Comité, se dio comienzo a un periodo de 45 días hábiles para el envío de opiniones y propuestas, lo que abre un espacio crucial para que los actores del sector se expresen y busquen el apoyo necesario. Esta situación refuerza la necesidad de un diálogo continuo entre el regulador y las empresas para adaptar la normativa a las realidades del mercado. En un panorama donde las fintechs están creciendo a un ritmo acelerado, generar un entorno favorable podría ser determinante para el futuro económico del país.