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Gladiador II: ¿Realmente existieron los gemelos emperadores Caracalla y Geta en la antigua Roma?

2024-11-17

Autor: Lucas

Esta semana ha llegado a los cines la esperada producción de Ridley Scott, Gladiador II, secuela de la famosa película estrenada en el 2000 con Russell Crowe como protagonista.

La trama se sitúa veinte años después de la muerte de Cómodo, y explora el ascenso al poder de los gemelos emperadores, Caracalla (interpretado por Fred Hechinger) y Geta (Joseph Quinn), quienes heredan un imperio en medio de la locura y el conflicto.

Estos personajes se roban el espectáculo no solo por sus trayectorias, sino también por sus personalidades extremas, que a menudo bordean la locura. Mientras el Imperio se enfrenta a la fragmentación, ellos se deleitan en las luchas en la arena, organizando sangrientas batallas navales y espectáculos de sangre con animales, ignorando la voluntad de Marco Aurelio.

No podemos pasar por alto que los gemelos Caracalla y Geta sí existieron en la historia real de Roma. Como indica la revista El Español, el hecho de que dos líderes compartieran el poder era bastante común en aquellos días, además de ser un indicativo del declive del imperio.

Su ascenso al trono comenzó con el emperador Septimio Severo, padre de Caracalla y Geta, quien en el 198 d.C. nombró a Caracalla co-emperador, y más tarde, en el 209 d.C., hizo lo mismo con Geta. Sin embargo, su reinado estuvo marcado por la tensión y el miedo; los gemelos nunca coexistieron en armonía, y la desconfianza entre ellos creció al punto de que se separaron físicamente, evitando incluso cruzarse dentro del palacio.

La historia culmina trágicamente con el asesinato de Geta, cuyos detalles en la película difieren de los hechos históricos. En la realidad, fue su madre, Julia Domna, quien organizó el encuentro fatal a instancias de Caracalla. Tras la muerte de Geta, Caracalla ordenó una damnatio memoriae, un intento aterrador de borrar la existencia de su hermano de la historia, que implicó la eliminación de todos sus seguidores.

Más tarde, en el 217 d.C., Caracalla fue asesinado por orden de Macrino, un evento que también se refleja en la película. Mientras viajaba hacia un templo, fue apuñalado por un soldado durante su interrupción en el camino. Aunque la película presenta a Macrino como asesino, en la realidad se consolidó un breve periodo de gobierno para él tras el derrocamiento de Caracalla, aunque su reinado no duró mucho.

Como es habitual en producciones inspiradas en la historia, Gladiador II ha recibido críticas de historiadores por su falta de rigor en la representación de hechos históricos, además de incluir elementos claramente ficticios que han indignado a los puristas. Sin embargo, es importante recordar que esta es ante todo una obra de ficción, que busca entretener y no servir como un documental sobre la Roma antigua.

La actuación de Joseph Quinn ha obtenido elogios, destacándose por su habilidad para interpretar a un emperador loco y ambicioso sin caer en la exageración. Con el eco de los cinco Óscar que recibió la primera entrega, es probable que esta secuela también aspire a ser reconocida en próximas ceremonias de premiación.

En conclusión, Gladiador II no solo trae a la pantalla una historia fascinante de la antigua Roma, sino que también invita a los espectadores a reflexionar sobre la historia, el poder y las relaciones humanas en un contexto de grandes pasiones y tragedias.