Este martes, la Cámara de Diputados aprobó de manera unánime un proyecto de ley que modifica la Ley de Migración y Extranjería, marcando un hito significativo en las políticas migratorias del país. Con 142 votos a favor y tras la reactivación de su tramitación por parte del Gobierno, el proyecto ahora pasará al Senado para su revisión y eventual aprobación.

Entre las principales propuestas se encuentran la ampliación de las causas para la expulsión de extranjeros que hayan cometido delitos, la revocación de permisos de residencia a quienes incurran en faltas repetidas, y el endurecimiento de los requisitos para la obtención de la nacionalidad chilena. Estas medidas buscan enfocar la migración en un marco de orden y responsabilidad, priorizando la seguridad de los ciudadanos chilenos.

Diputados de Renovación Nacional (RN) resaltaron la importancia de priorizar los derechos de los chilenos en el acceso a educación y salud. Especificaron que el Estado garantizará el acceso a la educación preescolar, básica y media para extranjeros menores de edad, pero con ciertas condiciones que aseguren el derecho de los nacionales sobre los extranjeros.

El diputado Miguel Becker agregó que "la iniciativa permite avanzar en medidas que responden a las inquietudes ciudadanía" y subrayó la incorporación de causales claras para la prohibición de ingreso y expulsión de extranjeros. Esto incluye el fortalecimiento del registro de extranjeros mediante datos biométricos y el endurecimiento de sanciones para quienes faciliten el ingreso ilegal al país.

Por su parte, el diputado Bernardo Berger afirmó que este avance no busca cerrar las puertas de Chile, sino más bien "ordenar la casa", haciendo un llamado claro a que la migración sea regulada y respetuosa de las leyes chilenas.

Sin embargo, no todas las opiniones fueron unánimes. La diputada del Frente Amplio, Carolina Tello, expresó su preocupación por algunos aspectos del proyecto, señalando que podría haber discriminaciones en el acceso a salud y educación para niños extranjeros.

Finalmente, Karol Cariola, presidenta de la Cámara, destacó la unanimidad en la aprobación del proyecto, a pesar de algunas diferencias en puntos específicos de la votación. En sus palabras, esto representa una ley que contribuirá a una mejor gestión de la migración, fortaleciendo el control en el acceso a la nacionalidad y mejorando la protección de las fronteras.

Con estas reformas, Chile se posiciona en un camino hacia una migración más ordenada y respetuosa de sus leyes, un tema que seguramente seguirá generando debates en la sociedad.