En medio de un clima de creciente violencia en la Región Metropolitana, la subsecretaria de Prevención del Delito, Carolina Leitao, ha hecho declaraciones contundentes sobre el uso de armas no letales por parte de los guardias municipales. En una reciente entrevista con Pauta, Leitao afirmó que el Gobierno tiene una estrategia clara en materia de seguridad y que el tema del uso de armas ha sido una prioridad en todas las acciones desarrolladas.

Leitao subrayó que "las soluciones milagrosas no existen" y advirtió a los ciudadanos que no se debe esperar que un simple plan resuelva el problema de la delincuencia de la noche a la mañana. Esta declaración se produce en el contexto de múltiples balaceras y disturbios que han sacudido a la población en los últimos meses, incitando un debate urgente sobre la seguridad pública.

Con respecto a las pistolas Taser, la subsecretaria reveló que, aunque se había presentado un informe negativo previamente, se está realizando una nueva evaluación y que en los próximos meses se dará a conocer una decisión final sobre su uso por parte de los guardias municipales. "Creo que la evaluación va más en positivo que en negativo", afirmó, sugiriendo que ya se están abordando las preocupaciones iniciales sobre su implementación.

Sin embargo, Leitao fue clara en señalar que el proyecto de ley actual no permite que los funcionarios municipales porten armas no letales. El enfoque del Gobierno, según ella, es que estos funcionarios se concentren en tareas preventivas y no policiales. "Discutir el uso de armas no letales para personas que no siempre tienen la preparación adecuada es un tema delicado", resaltó, instando a priorizar la capacitación y el fortalecimiento del rol preventivo.

Además, hay que tener en cuenta que la discusión sobre el uso de armas no letales está siendo debatida no solo a nivel municipal, sino también dentro de las fuerzas policiales. Los informes negativos sobre las pistolas Taser hacen eco de preocupaciones sobre el potencial daño que podrían causar. "Queremos asegurar un enfoque que fortalezca realmente el papel de prevención de nuestros funcionarios", concluyó Leitao.

En este escenario, muchos se preguntan: ¿es adecuado arriesgar la seguridad pública al dotar de armamento a quienes no son policías? La respuesta podría marcar un antes y un después en la manera en que se aborda la delincuencia en el país. ¡El futuro de la seguridad municipal está en juego!