Ciencia

¿Hay motivos para la esperanza? Byung-Chul Han responde con contundencia

2024-11-24

Autor: Joaquín

En tiempos de crisis global, donde se agravan las guerras, se producen migraciones masivas, hay desastres naturales y se enfrenta una emergencia climática, la pregunta sobre la esperanza se vuelve crucial. Byung-Chul Han, un destacado filósofo coreano y autor de la influyente obra 'La sociedad del cansancio', nos ofrece una perspectiva renovadora sobre este tema en su próximo libro, 'El espíritu de la esperanza' (Herder, 2024).

La desesperación puede ser un terreno fértil para la esperanza

Es común pensar que ante la desesperación no hay lugar para la esperanza, pero Han sostiene que es precisamente en esos momentos oscuros cuando más fuerte puede surgir esta emoción. Aporta una sabiduría ancestral al recordar que en la mitología griega, la diosa de la esperanza es nacida de la diosa de la noche, sugiriendo que la luz de la esperanza normalmente brilla en la oscuridad. “Cuanto más profunda sea la desesperación, más fuerte será la esperanza”, afirma Han.

Diferenciando esperanza de optimismo

El autor hace una distinción entre esperanza y optimismo, aclarando que el optimismo ignora la negatividad y la incertidumbre. La esperanza, en cambio, es un camino que no se aleja del dolor y la realidad. En este sentido, Han critica la cultura actual que glorifica el positivismo: “El culto a la positividad aísla a las personas, las hace egoístas y oprime la empatía”, advierte.

La angustia como un desafío común

Han también se adentra en la angustia, un sentimiento predominate en nuestra sociedad actual. Argumenta que el miedo, promovido por el régimen neoliberal, empuja a las personas hacia el aislamiento. Contrariamente, la esperanza trata de conectar, de formar lazos entre las personas, lo que alimenta una comunidad fuerte y resiliente. Cita a Ernst Bloch, quien dice que “la esperanza puede aprenderse frente a la depresión”.

La acción como motor de la esperanza

La esperanza, según Han, no es simplemente esperar pasivamente a que las cosas mejoren. Es una acción crítica que requiere valentía, una especie de ‘obstetricia de la novedad’ que promueve el cambio. Sin esperanza, todo se convierte en un ciclo de resolver problemas sin una visión futura. Para él, “la esperanza no es el convencimiento de que todo irá bien, sino la certeza de que hay sentido en medio de la incertidumbre”.

La fragilidad como compañera de la esperanza

El filósofo enfatiza que la esperanza sólo puede surgir en un contexto de fragilidad, donde el fracaso está presente y, de alguna manera, lo realza. Es un recordatorio de que la esperanza no se trata de ser optimista sobre el futuro; se trata de reconocer que la vida está llena de desafíos y posibilidades. “La esperanza se mueve en el ‘todavía no’”, señala Han.

¿Podemos amar y esperar más allá de nosotros mismos?

Finalmente, Han concluye que la esperanza no es una experiencia egoísta. Para cultivar la esperanza y el amor, es esencial trascender el pensamiento centrado en uno mismo. La esperanza crea un 'nosotros', y es en esta conexión donde se encuentra una verdadera fuente de fortaleza y comunidad.

En un mundo que parece cada vez más adverso, las palabras de Byung-Chul Han ofrecen una luz en la oscuridad; una llamada a la acción y a la conexión humana que no podemos dejar pasar.