
Hombre pierde a 170 seres queridos en devastador terremoto en Myanmar: muchos fallecieron mientras rezaban
2025-04-03
Autor: Pedro
Un violento terremoto de magnitud 7.7 sacudió Myanmar el pasado viernes, causando una devastadora destrucción en todo el país y dejando a más de 2,700 víctimas fatales. Entre ellos, un hombre religioso perdió a 170 seres queridos, muchos de los cuales se encontraban en una mezquita rezando en el momento del desastre.
El terremoto ocurrió a las 12:50 horas, cuando hombres, mujeres y niños realizaban su rutina diaria, y un número significativo de creyentes estaba en las mezquitas para llevar a cabo la oración matutina, una práctica sagrada en la fe islámica.
A raíz del sismo, al menos tres mezquitas se derrumbaron, incluyendo la más grande, Myoma, situada en la ciudad de Sagaing, donde la mayoría de los fieles dentro de su estructura perecieron.
Desastre sin precedentes en Myanmar
Soe Nay Oo, un ex imán de la mezquita Myoma, sintió la sacudida desde cientos de kilómetros de distancia, ya que había huido de Myanmar tras el golpe de Estado en 2021. Su asombro se tornó en devastación cuando, días después del terremoto, se enteró de que 170 de sus familiares, amigos y miembros de su comunidad habían perdido la vida, muchos en las mezquitas.
"Pienso en todas las personas que perdieron la vida y en los hijos de las víctimas, algunos de ellos son niños pequeños. No puedo contener las lágrimas al hablar de esto", confesó a la BBC.
De acuerdo con informes oficiales, se estima que alrededor de 500 musulmanes murieron mientras rezaban en sus lugares de culto. El líder del país, Min Aung Hlaing, proporcionó estas cifras el lunes, resaltando la calamidad vivida.
Los testigos en Sagaing indicaron que la calle Myoma fue la más afectada, con más de 60 fallecimientos registrados en ese punto específico, además de decenas más en las mezquitas de Myodaw y Moekya.
Impacto devastador en la comunidad
Entre las víctimas, se encontraban familiares de Nay Oo, incluyendo primos de su esposa, la directora de la escuela pública local y la única mujer administradora de la mezquita de Myoma. "Me siento devastado... siempre tengo presente el recuerdo de ellos", expresó.
A pesar de no ser parientes cercanos, Nay Oo destacó la importancia del vínculo que se había forjado con ellos: "Fueron quienes siempre me acogieron, siguieron mis oraciones y rezamos juntos". El hecho de que muchos de ellos fallecieran durante la oración no pasa desapercibido para él: "Diría que todos los difuntos han regresado a la casa de Alá. Serán recordados como mártires."
Este terrible suceso ha dejado una huella imborrable en la comunidad y se espera que llegue una ayuda humanitaria para enfrentar la magnitud de esta tragedia. Actos de solidaridad son necesarios para sanar a una nación que llora a sus muertos y lucha por recuperarse de este desastre natural sin precedentes.