Con la emotiva interpretación del Himno de Bayamo y un simbólico pase de lista a los mártires de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), comenzó la jornada de homenaje a los ocho estudiantes de Medicina, fusilados hace 153 años por el colonialismo español. Este evento, realizado el miércoles por la tarde en La Habana, reunió a miles de jóvenes y autoridades, reafirmando el compromiso histórico con la justicia y la libertad.

Al acto asistieron destacadas figuras como el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y otros altos funcionarios del Partido Comunista, quienes compartieron la solemnidad del momento junto a más de 80,000 estudiantes y trabajadores, que se unieron en una manifestación de solidaridad y memoria.

El ambiente en la Universidad de La Habana fue electrizante, engalanado con banderas cubanas y de la FEU, así como carteles que recordaban la valentía de aquellos jóvenes. Eduardo Sosa, un reconocido trovador, ofreció una conmovedora interpretación de "La Bayamesa" antes de que el presidente nacional de la FEU, Ricardo Rodríguez González, dirigiera unas palabras inspiradoras.

"Aquellos balazos disparados en La Punta cegaron la vida de ocho muchachos alegres, llenos de sueños. Este dolor nos impulsa a luchar por el futuro, a defender los logros de nuestra Revolución. No renunciaremos jamás a nuestra libertad de formación", expresó Rodríguez, resonando con la multitud.

Su discurso no solo recordó el pasado, sino que también condenó las injusticias actuales, denunciando el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba y la situación en Gaza. "Esta juventud que rinde homenaje a sus muertos no olvida las causas de su asesinato. No permitiremos que nos roben nuestra historia", aseveró.

Posteriormente, la marcha inició con Díaz-Canel al frente, como símbolo de unidad y fuerza. Los jóvenes se apoderaron de las calles de San Lázaro y el malecón, marchando hacia La Punta para rendir tributo a los mártires. Entre ellos, Diana Duhaldeborde, estudiante de Medicina, compartió su motivación para participar: "Como médicos, debemos ser la primera línea ante el caos del mundo actual, es un honor reivindicar la memoria de estos jóvenes".

Este homenaje retoma su curso después de tres años, destacando la urgencia de recordar y aprender del pasado. En un mundo marcado por la violencia y las injusticias, cada marcha se convierte no solo en un tributo a los caídos, sino en una declaración de principios para una juventud dispuesta a luchar por la paz y la dignidad.

¿Podrá este homenaje ser el catalizador de un movimiento estudiantil más fuerte, que enfrente las injusticias actuales? Solo el tiempo lo dirá, pero la energía y la determinación de estos jóvenes son como un claro llamado a la acción que resuena más allá de las fronteras de Cuba.