En una controversia que vuelve a encender el debate político en Chile, las directivas de los partidos de Chile Vamos han decidido entregar una carta al presidente Gabriel Boric en la que demandan la eliminación de indultos y pensiones de gracia otorgados a los involucrados en los acontecimientos del estallido social.

Este llamado se produce a cinco años de la revuelta que comenzó el 18 de octubre de 2019, un hito histórico que marcó un antes y un después en el país. En su misiva, los opositores al gobierno acusan al mandatario de perpetuar una ‘política de impunidad’ que atenta contra los cimientos de la democracia chilena.

"A días de un nuevo 18 de octubre, creemos pertinente hacer presente a S.E. una serie de reflexiones acerca de los riesgos que corrió nuestra democracia y la necesidad de revisar una serie de gestos y políticas que han buscado un reconocimiento a quienes vandalizaron nuestras ciudades", expresan.

En un tono crítico, Chile Vamos establece que desde que Boric asumió la presidencia, ha existido un esfuerzo por brindar impunidad a quienes causaron daños significativos, destruyendo así los sueños de miles de compatriotas. Las heridas del estallido social, que dejó un saldo de muertos, heridos y detenciones masivas, siguen abiertas en la sociedad chilena.

"Muchos de los que hoy son parte del gobierno, en su momento, denunciaron la existencia de 'presos políticos' en el país, lo cual es visto por muchos como una irresponsabilidad en un contexto de alta agitación social", continúan en su crítica.

El partido también resalta que el discurso de ‘presos políticos’ ha llevado a la implementación de medidas como indultos y pensiones, conduciendo a la liberación de personas condenadas por delitos graves. “La liberación indiscriminada de personas imputadas por la violencia de 2019 es un imperativo del actual gobierno”, acusan tajantemente.

Además, hacen hincapié en que la Contraloría General de la República ha demostrado irregularidades en la entrega de estas pensiones, rechazando la legitimidad de los beneficiarios. “Los gestos del gobierno hacia el vandalismo no solo representan una deuda con quienes intentaron derrocar un gobierno democráticamente electo, sino que también ponen en riesgo a los ciudadanos comunes y corrientes”, enfatizan.

Finalmente, Chile Vamos espera que esta carta sirva como un llamado a la reflexión para Boric y su administración, sugiriendo que es esencial adoptar una postura que promueva la reconciliación en lugar de perpetuar divisiones. “Abrazar una posición conciliadora con los principios democráticos es vital. Esperamos que el presidente actúe en conformidad con la ley y los valores democráticos que tanto atesoran los chilenos”, concluyen.

Este nuevo capítulo en la historia de Chile plantea preguntas cruciales sobre la justicia, la memoria y la búsqueda de un futuro común luego de años de tensiones y conflictos sociales.