En un giro inesperado, Tesla ha reportado una caída asombrosa del 71% en sus beneficios netos durante el primer trimestre del año, alcanzando solo los 409 millones de dólares. Este descenso aterrador se ha visto impulsado por una reducción del 20% en los ingresos del sector automotriz.

Entre enero y marzo, la compañía liderada por Elon Musk reveló que sus ingresos por la venta de vehículos cayeron a 13,967 millones de dólares. El total de ingresos, que incluye ventas de unidades de almacenamiento de energía y otros servicios, fue de 19,335 millones de dólares, evidenciando una disminución del 9%.

Resultados Peores de lo Esperado

A principios de abril, Tesla ya había anticipado una caída del 13% en sus ventas, contabilizando 336,681 vehículos en el primer trimestre. Sin embargo, los resultados financieros han superado las malas expectativas de los analistas, quienes apuntaban a ganancias de 39 centavos por acción, 12 menos de lo que realmente anunció Tesla, y esperaban ingresos cercanos a 21,100 millones de dólares.

La compañía enfrenta una feroz competencia, especialmente de fabricantes chinos, que han comenzado a erosionar su cuota de mercado en regiones clave.

El Papel Controversial de Elon Musk

Complicando aún más la situación, la caída de las ganancias coincide con la creciente implicación de Elon Musk en la política estadounidense. Desde que Trump asumió la presidencia en noviembre de 2024, Musk se ha convertido en un aliado fundamental para el republicano, liderando el polémico Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Su misión es reducir drásticamente el gasto público, una postura que ha generado críticas y ha afectado gravemente la imagen de Tesla.

Bloqueos y protestas han surgido en Norteamérica y Europa, en respuesta a las acciones de Musk y sus declaraciones favorables hacia grupos de extrema derecha, creando una crisis reputacional para la icónica marca.

La Guerra Comercial y sus Consecuencias

Adicionalmente, la guerra comercial iniciada por Trump contra el resto del mundo, con un enfoque particular en China, ha complicado aún más la situación de Tesla, que cuenta con una planta de producción en el gigante asiático. Esta combinación de factores ha llevado a Tesla a enfrentar un 2025 lleno de incertidumbres y desafíos.