Este viernes, el Instituto Nacional de Estadísticas de Chile (INE) reveló que la tasa de desocupación en el país, durante el trimestre de agosto a octubre de 2024, alcanzó el 8,6%. Este número representa una disminución de 0,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior, gracias a un crecimiento en el número de empleados del 2,2%, que superó el aumento del 1,8% en la fuerza laboral.

El INE destacó también que las personas sin empleo se redujeron en 1,7%, principalmente debido a quienes se encontraban cesantes, que bajaron un 2,4%. Sin embargo, la situación en la Región Metropolitana es algo preocupante: aquí la tasa de desocupación llegó al 8,9%, con una caída de 0,9 puntos porcentuales en el último año.

No todo son buenas noticias. El INE informó que la informalidad laboral se elevó al 27,1%, un incremento de 0,1 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Este aumento se refleja en el incremento de trabajadores informales, que crecieron un 2,2%, tanto entre hombres (2,9%) como entre mujeres (1,4%), mientras que sectores como la construcción (6,5%) y la educación (18,3%) son los principales responsables de este incremento.

A pesar de algunas mejoras, la situación para las mujeres es alarmante: su tasa de desocupación se situó en 9,3%, aumentando 0,2 puntos en el mismo período. Esto se debe principalmente a que el aumento del 1,8% en la fuerza laboral fue mayor que el incremento del 1,7% en el número de mujeres empleadas.

Por su parte, los hombres también experimentaron un descenso en la tasa de desempleo, situándose en 8,1%, con una caída de 0,6 puntos porcentuales en un año. Sin embargo, los desocupados en este grupo se redujeron en un 5,6%, y su tasa de participación llegó al 71,3%, evidenciando la continua necesidad de abordar la inclusión laboral y la formalización de empleos.

En resumen, mientras que el panorama del desempleo muestra avances modestos, la creciente informalidad laboral es una señal preocupante que el gobierno y las autoridades laborales deben atender urgentemente. ¡La batalla por un trabajo digno en Chile aún está lejos de concluir!