Recientes investigaciones han revelado la existencia de un segundo búnker oculto en el acceso a la infame Colonia Dignidad, gestionada por la Policía de Investigaciones en la región de Catillo, cerca de Parral. Este descubrimiento forma parte de las diligencias ordenadas por la ministra Paola Plaza, quien se ha presentado en el lugar durante tres días este mismo mes, en el marco de las indagaciones sobre graves violaciones a los Derechos Humanos.

El primer búnker, encontrado en octubre, consiste en un túnel de casi 20 metros que contiene intrincados sistemas hidráulicos y cableados, ubicado bajo el camino principal. Este túnel es considerado por algunos expertos como una posible trampa hidráulica diseñada por Paul Schäfer, el exlíder de la secta, para inutilizar el acceso en caso de que 'comunistas' intentaran invadir el recinto, una teoría alimentada por el ambiente de incertidumbre política que existía tras el ascenso de Salvador Allende en 1970.

Particularmente inquietante es el periodo de adquisición de armamento y otros equipos que los líderes de la colonia realizaron antes del golpe de Estado en 1973. Con la ayuda de un traficante de armas en Alemania, Paul Schäfer trajo a Chile una variedad de armas, municiones y equipos de vigilancia etiquetados como 'material humanitario'. Esto incluye rifles, explosivos y otros dispositivos, una operación que incluso le unió a sectas extremistas estadounidenses como 'El Mensaje'.

En las recientes excavaciones, también se descubrió una nueva cámara espía camuflada como una roca, muy cerca de los búnkeres. Este dispositivo de alta tecnología, que se asemeja a una piedra normal, contiene una potente microcámara. Este tipo de equipos fue hallado anteriormente en los años 90, durante investigaciones por abusos cometidos en la colonia, revelando un legado oscuro de vigilancia y control.

El último búnker descubierto, que se presupone es un puesto de vigilancia, se encuentra a unos cinco metros de profundidad, con un pequeño mirador que no es visible a simple vista. Este hallazgo es parte de un juicio más amplio que busca aclarar el destino de al menos 30 detenidos desaparecidos, cuyos cuerpos han sido afirmados estar ocultos en la zona de Chenco por colonos que trabajaron bajo el régimen de Schäfer.

Un equipo especializado multidisciplinario está trabajando en la colonia, incluyendo peritos de diversas áreas, arqueólogos y expertos en derechos humanos. Estos profesionales están realizando excavaciones y usando tecnología avanzada de georradar para explorar el terreno donde se sospecha que podrían encontrarse más evidencias.

La ministra Paola Plaza ha expresado su satisfacción por los avances en las investigaciones y ha reafirmado su compromiso con la búsqueda de la verdad en torno a lo que sucedió en la Colonia Dignidad y cómo operó esta secta durante el régimen militar. La importancia de estos hallazgos es innegable, ya que podrían aportar esperanzas para las familias de las víctimas y el cierre a un capítulo oscuro de la historia chilena.