Un escándalo sin precedentes ha sacudido al fútbol español en las últimas horas. Las esposas de algunos jugadores del Mallorca, que viajaron a Arabia Saudita para apoyar a su equipo en la semifinal de la Supercopa contra el Real Madrid, han denunciado graves incidentes de acoso sexual, hostigamiento y tocamientos por parte de aficionados árabes que respaldaban a los ‘merengues’ en Yeda.

Un aficionado del Mallorca compartió su inquietante experiencia con Cope: "Durante el partido no recibimos ningún tipo de protección. Estábamos mezclados con la afición local, quienes nos provocaban constantemente. En el camino desde las gradas hasta el autobús, que duró entre 15 y 20 minutos, fuimos objeto de insultos, nos hacían pasillos y tomaban fotos sin nuestro consentimiento. ¡Fue realmente desagradable! Las mujeres sufrieron tocamientos, algo totalmente inaceptable!".

Cristina Palavra, pareja del futbolista Dani Rodríguez, se unió a las denuncias: "La salida fue complicada. Tuvimos que salir con los niños y no había seguridad para protegernos", narró a Esports IB3, añadiendo que la situación fue especialmente incómoda: "Los chicos de aquí nos acosaban y hacían fotos. No teníamos a nadie que nos cuidara. Todo fue muy perturbador".

Natalia Kaluzova, esposa de Dominik Greif, también vivió momentos aterradores. "Nos estaban separando de nuestro grupo, nos agarraban y no paraban de tocar nuestros brazos y cuerpos. En un momento, fui a dirigirme al baño y, mientras bajaba las escaleras, me sujeté los pantalones y eso hizo que se me viesen las piernas. Comenzaron a gritarme propuestas sexuales en árabe e inglés y ni siquiera paraban de grabar. La situación fue espantosa y humillante".

Lo más desconcertante para Kaluzova fue la rapidez con la que todo sucedió: "Desde que terminó el partido, formamos un grupo compacto en el pasillo y comenzaron a hacernos rodeos. Nos agarraban de los brazos y nos filmaban, mientras nos gritaban cosas horribles. Pedí que nos dejaran en paz, pero fue como hablar con una pared".

La odisea continuó hacia el autobús, donde, según ella, los aficionados árabes se dedicaron a insultar y provocar: "Nos decían que nuestras camisetas eran basura y siguieron grabándonos, incluso intentaron agredir a un padre que estaba con su hijo pequeño. Afortunadamente, otros aficionados del Mallorca intervinieron y nos ayudaron". Relató que la incomodidad persistió incluso dentro del autobús, donde sentían que no estaban a salvo.

Ante la gravedad de los acontecimientos, el club Mallorca se encuentra considerando presentar un reclamo formal a la Real Federación Española de Fútbol. Este tipo de actos representa no solo una falta de respeto hacia las mujeres, sino un claro problema que debe ser abordado de inmediato para garantizar la seguridad de todos los aficionados en escenarios internacionales.