El 2 de diciembre de 2023, la administración de Joe Biden lanzó un golpe sin precedentes a la industria de circuitos integrados de China, implementando su tercera gran ofensiva en este sector. Este paquete de sanciones busca limitar drásticamente el acceso de China a los equipos necesarios para la fabricación de chips avanzados y semiconductores de alta integración. Sorprendentemente, 140 empresas chinas han sido incluidas en la lista negra de Estados Unidos.

Estas sanciones están particularmente dirigidas a las compañías que diseñan y producen equipos de litografía, críticos para la fabricación de semiconductores. Sorprendentemente, más de 100 de las empresas listadas son fabricantes de estos equipos. A pesar de que producen sus propios dispositivos, dependen de componentes importados, una dependencia que la administración Biden ha utilizado a su favor.

Mientras tanto, NVIDIA alza la voz. Con la inminente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el 20 de enero, el actual gobierno busca consolidar su legado. Fuentes de Reuters indican que se planean nuevas restricciones sobre la exportación de chips de inteligencia artificial (IA) a China, lo que podría complicar aún más la situación de NVIDIA y otras empresas estadounidense en el gigante asiático.

El vicepresidente de NVIDIA, Ned Finkle, expresó su preocupación en un comunicado reciente, sugiriendo que estas nuevas restricciones no solo perjudicarían a la empresa, sino que también dañarían la economía estadounidense y beneficiarían a competidores internacionales. Según Finkle, esta política de última hora podría ser mal vista tanto por la industria como por la comunidad global.

Las sanciones actuales impiden que NVIDIA suministre chips de IA avanzados a sus clientes en China, lo que ha llevado a la compañía a desarrollar versiones simplificadas de sus productos para cumplir con las regulaciones del Departamento de Comercio. La preocupación es que las nuevas sanciones impidan la venta incluso de estas versiones adaptadas.

En un contexto global donde las tensiones geopolíticas siguen en aumento, la presión sobre empresas como NVIDIA refleja un cambio drástico en las relaciones comerciales y tecnológicas entre Estados Unidos y China. ¿Qué ocurrirá en los próximos días? Estaremos atentos a las decisiones del gobierno y cómo estas afectarán no solo a las empresas involucradas, sino también al panorama global. ¡La batalla por la supremacía tecnológica continúa!