Este sábado, la Fuerza Aérea de Chile (FACH) hizo un anuncio sorprendente al cancelar el satélite FASat-D, un proyecto que había generado grandes expectativas. Esta decisión se debe al incumplimiento de los objetivos contractuales por parte de la empresa proveedora, ImageSat International (ISI), responsables de su implementación.

El FASat-D fue lanzado al espacio el 12 de junio de 2023 con la intención de realizar imágenes de alta resolución (50 megapíxeles en RGB) que permitirían avanzar en la recopilación de datos sobre la superficie terrestre. Sin embargo, tras más de un año en órbita, el satélite ha permanecido inoperativo, dejando a la FACH con grandes interrogantes sobre el futuro de la tecnología espacial chilena.

Inicialmente, se había previsto que la fase de prueba y operación del satélite se llevara a cabo en la primera mitad de este año, pero los problemas para validar y calibrar sus capacidades tecnológicas han hecho imposible cumplir con este plazo, lo que plantea dudas sobre la capacidad técnica de la empresa contratista.

En el comunicado oficial, la FACH subrayó su compromiso con el uso eficiente y responsable de los recursos públicos, así como la necesidad de asegurar la calidad y fiabilidad de los proyectos espaciales. A pesar de la cancelación, la FACH ha anunciado que el FASat-D será reemplazado por un nuevo satélite que satisfará los estándares y necesidades del Programa Espacial Nacional.

Lo más sorprendente de todo es que la cancelación de FASat-D no generará costos adicionales para el Estado, ya que los pagos establecidos en el contrato estaban condicionados al cumplimiento de hitos específicos que no fueron alcanzados. Esto demuestra un manejo financiero cuidadoso por parte de la FACH, algo que es fundamental en tiempos de restricciones presupuestarias.

Además, la FACH reafirmó su compromiso con el fortalecimiento de su Programa Satelital Nacional, que contempla la fabricación de diez satélites, de los cuales se espera que ocho sean producidos en Chile. Esta estrategia busca no solo aumentar la autonomía espacial del país, sino también fomentar la industria tecnológica local, generando empleo y capacitando a nuevos profesionales en el ámbito aeroespacial.

En línea con su política de transparencia, la FACH promete mantener informada a la comunidad sobre el progreso de este importante proyecto, que podría marcar un antes y un después en la capacidad tecnológica de Chile en el espacio.