El grupo chií libanés Hezbolá ha hecho una declaración escalofriante este domingo, revelando que su comandante de alto rango, Ali Karaki, perdió la vida el pasado viernes en un devastador bombardeo israelí que también mató al líder del movimiento, Hassan Nasrallah, en el sur de Beirut, conocido como el Dahye.

En un comunicado oficial, Hezbolá declaró: "La Resistencia Islámica presenta al pueblo de la resistencia y a los mártires al gran líder yihadista Hajj Ali Karaki, alias Abu al Fadl, quien fue martirizado junto a un grupo de sus hermanos combatientes en la criminal incursión sionista en Haret Hreik".

Karaki, que había estado al mando de las operaciones de Hezbolá en el sur del Líbano desde 1982, fue descrito como una figura clave en la resistencia libanesa, y su papel fue fundamental durante la finalización de la invasión israelí en el año 2000 y la guerra de 2006. Se le reconocía como el "responsable directo y de campo de la dirección del Frente Sur" durante los recientes enfrentamientos que comenzaron el 8 de octubre de 2023, poco después del estallido del conflicto en Gaza.

Curiosamente, semanas antes, Karaki logró sobrevivir a otro ataque aéreo en el mismo Dahye, cuando Hezbolá desmintió las informaciones sobre su muerte que circulaban desde Israel, asegurando que su mando había sido trasladado a un "lugar seguro" tras un intento fallido de bombardearlo. Según medios libaneses, parte de los misiles disparados en ese ataque no llegaron a explotar.

Fuentes de seguridad citadas por la prensa israelí lo describieron como un elemento crucial en la actividad militar de Hezbolá en el sur del Líbano y un miembro del Consejo de la Yihad, que se encarga de la planificación de la seguridad del movimiento.

En una escalada de tensión, Israel ha intensificado sus bombardeos en la región, dirigiendo ataques a varios objetivos de Hezbolá en el extrarradio sur de Beirut. Este último ataque se considera el más devastador hasta la fecha, con la muerte confirmada de Ali Karaki, Hassan Nasrallah y, se sospecha, otros altos mandos que aún no han sido anunciados.

Este trágico incidente marca un punto crítico en el conflicto en la región, y el impacto de la pérdida de estas figuras clave podría tener repercusiones significativas en la dinámica de poder y la resistencia en el Líbano. La comunidad internacional observa atentamente cómo se desarrollan los acontecimientos, temiendo que esa escalada de violencia origine un nuevo ciclo de represalias. ¿Qué pasos dará Hezbolá ante esta crisis? La tensión continúa en aumento.