El senador Iván Moreira, representante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), ha hecho grandes olas en el ámbito político al pronunciarse en contra de una reciente propuesta del diputado republicano Cristián Araya. Este último sugirió que, para detener la migración indeseada, se debería considerar medidas extremas como la dinamita en la frontera.

Durante un video en redes sociales, Moreira expresó su desacuerdo, afirmando: 'Estos son los diputados del Partido Republicano, como Cristián Araya Lerdo de Tejada, al sostener que los problemas de Chile y de inmigración se van a solucionar con tanques y con dinamita'. Con estas palabras, el senador no solo destacó la irracionalidad de la propuesta, sino que también criticó al Partido Republicano por su enfoque polarizador y alejado de la realidad del país, que es mayoritariamente de centroizquierda.

Moreira advirtió: 'Si no nos unimos, vamos a volver a perder. Esa responsabilidad va a caer sobre el Partido Republicano. Basta con su insidia y mentira, con sus distintas equivocaciones. Ellos han elegido un camino que, al final, solo los conducirá al fracaso'. Este comentario subraya la necesidad de un debate más constructivo y conciliador en lugar de propuestas extremas que desestabilizan aún más la situación social y política.

¿Qué dijo el diputado Araya?

Por su parte, Cristián Araya, al exponer su propuesta en la Cámara, hizo hincapié en las fallas de las políticas migratorias actuales. En un tono provocador, mencionó incluso al dictador Augusto Pinochet cuando abordó el tema de la construcción de 180 mil minas antipersonales, lo que generó un fuerte rechazo en diversos sectores de la sociedad. La comparación de Araya con un periodo oscuro de la historia chilena ha llevado a muchos a cuestionar su juicio y a advertir sobre los peligros de revivir estrategias de control y restricción que son claramente inaceptables en una democracia moderna.

La controversia de esta propuesta ha reavivado el debate sobre la migración en Chile y las formas de gestionar este fenómeno de manera que respete los derechos humanos y fomente una convivencia pacífica y productiva entre nacionales y extranjeros.