El sector bancario chileno se enfrenta a un importante ajuste en su dotación de personal debido a la digitalización y los cambios en el mercado. Según los últimos informes de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), para finales de octubre, la cantidad de empleados en la banca disminuyó casi un 2% en comparación con el año anterior, alcanzando poco más de 53,000 trabajadores.

Entre las instituciones más afectadas, el Banco de Chile lideró la reducción de personal, con una disminución del 4.3%, lo que se traduce en 457 puestos de trabajo eliminados. Banco Santander también sufrió una fuerte caída, reduciendo su plantilla en 4.5% con 352 despidos.

Bci no se quedó atrás, reportando una disminución del 2.8%, equivalente a 220 empleados menos. Scotiabank también realizó recortes significativos, con la eliminación de 214 puestos, representando una baja del 3.8% en su personal.

Curiosamente, los bancos que están en proceso de fusión, Banco Bice y Banco Security, tomaron decisiones diferentes. Banco Bice redujo su equipo en un 1.8%, lo que corresponde a 22 despidos, mientras que Banco Security incrementó su personal en un 1.7%, sumando 30 nuevos empleados.

No todo son malas noticias, ya que BancoEstado experimentó un crecimiento del 1.2%, incorporando 126 nuevos trabajadores, lo que lo posiciona como el banco con más empleados en el país, superando los 10,400. De igual manera, Banco Itaú también reportó un leve incremento del 1.2%, con 57 nuevos empleados.

Cierre de Sucursales

El informe de la CMF también reveló que, al finalizar octubre, un total de 56 oficinas bancarias cerraron, lo que representa una disminución del 3.6% en comparación con el año anterior. El Banco de Chile fue el que tuvo el mayor impacto, cerrando 27 sucursales y registrando un descenso del 10.3% en su red.

Banco Itaú y Banco Santander también se vieron obligados a cerrar 14 oficinas cada uno, marcando caídas del 13.7% y 5.6%, respectivamente. Bci eliminó seis sucursales y Scotiabank cerró cinco.

En contraste, BancoEstado amplió su red, abriendo 12 nuevas oficinas, alcanzando un total de 411, lo que representa un crecimiento del 3% en el último año.

Este patrón de reducción de empleos y sucursales evidencia una transformación drástica en la industria bancaria chilena, impulsada por la digitalización y la necesidad de adaptarse a las nuevas realidades del mercado. Los expertos sugieren que este es solo el comienzo de un proceso que podría llevar a más cambios en el futuro cercano.